Después de una tragedia, una pequeña Zarigueya huérfana rescatada fue adoptada por un compasivo perro que se convirtió en su familia y compañero inseparable.

Poncho era un pequeño bebé zarigüeya cuando que fue encontrado a un lado de la carretera aferrado al cuerpo de su madre que momentos antes había sido atropellada por un auto que siguió su camino.

Por suerte, gracias a que existe gente buena en este mundo, los equipos de rescate llegaron al lugar para tratar de ayudarlo, ya que estaba en muy malas condiciones debido al accidente y la falta de alimento.

El pequeño fue llevado a la veterinaria y después de recibir muchos cuidados pudieron salvarle la vida; sin embargo, este sobreviviente necesita un hogar y por esa razón buscaron un adoptante que le pueda brindar un hogar ya que al ser tan pequeño, era imposible que pueda sobrevivir por sus propios medios.

Su triste historia ya había sido conocida por varias personas, eso fue lo que motivo a un buen samaritano a querer brindarle un hogar. Al llegar a casa, Poncho, que aún era un bebé pequeño, fue presentado a Hantu un perro pastor que de inmediato - por esa magia del amor en seres tan nobles como los perros - lo adoptó y lo crió como si fuera su propia madre.

A continuación las imágenes hablan por si solas:

Si nos ponemos a pensar, esta historia desgarradora y triste tuvo un final realmente feliz para un pequeño ser que no hubiera podido sobrevivir por sus propios medios. Cada uno de los seres que participaron fueron los que hicieron posible este milagro de vida y que sigue con el gran amor que Hantu le ha brindado al pequeño Poncho hasta el día de hoy.

Comparte la historia de Poncho y Hantu, para dar el mejor ejemplo a los demás de que los animales tienen sentimientos, que son capaces de sentir amor, compasión y solidaridad por el prójimo sin hacer ninguna diferencia y por esa razón debemos de respetar y protejer su vida!

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