Desde hace un tiempo y con ganas de llamar la atención para sacar un beneficio económico por ello, diferentes zoológicos y locales particulares en casi todo Asia vienen promocionando el "masaje de serpiente".

Para los que lo ofrecen y se benefician con este tipo de negocio, afirman que el movimiento de las serpientes sobre el cuerpo crea una subida de la adrenalina alimentada por el miedo y que tiene un efecto positivo sobre el metabolismo del cliente, pero no se toman adecuadas medidas de seguridad o de control de la salud de los clientes que deciden tomar una sesión de este "masaje".

Ian Maclean, decidió someterse a esta sesión ofrecida por el zoológico en Filipinas, una vez echado recibió cuatro pitones birmanas que generaron una presión sobre su cuerpo con sus 250 kilos que prácticamente lo dejaron inmóvil, cuando empezaron a retorcerse sobre su cuerpo como parte de un extraño tratamiento.

Este abuelo dijo haber sentido mucho miedo y en algún momento fue agradable pero el parpadeo de la lengua de los reptiles en la piel era un poco incómodo.

Según el empleado del zoo, se utiliza a los resbaladizos reptiles para "curar" lesiones y dolores como el que padecía el señor Maclean.

Este tipo de masaje es la nueva moda en Asia, se ha convertido en una práctica generalizada en Filipinas, Indonesia y Tailandia y se ha extendido hasta Long Island y Williamsburg, Brooklyn, en Nueva York utilizando siempre pitones, extraídos de su hábitat natural.