Una imagen que ha conmovido al mundo porque encierra varias emociones a la vez y demuestra el verdadero significado de la amistad.

Es una de las primeras fotos virales del nuevo año 2020, sin embargo, genera sentimientos opuestos. Por un lado, rabia e indignación por la indiferencia de la sociedad ante los seres necesitados y por otro, el verdadero amor que puede sentir un niño y su perro al permanecer juntos abrazados a pesar de las adversidades.

La imagen de los inseparables amigos durmiendo abrazados fue tomada en la vereda de una calle cercana a la estación central de trenes en Manila, Filipinas por Jem Villomo quien vive cerca del lugar.

"El niño vive en la calle junto a su perro. No pide dinero sino comida para él y su perro en el área del Boulevard Edsa Shaw. Me sentí molesto ese día por no llevar dinero conmigo y poder dárselo". Dijo.

También agregó que nadie sabe la identidad del niño o de algún familiar. Posiblemente sea huérfano.

Casi al instante, las redes sociales se llenaron de comentarios, muchos criticando la total indiferencia de las personas que pasaban al lado de este niño y su perro, pero también quedaron conmovidos por la amistad y lealtad de estos dos amigos inseparables a pesar de sus necesidades y lo duro que es sobrevivir en las calles.

También se pidió la intervención del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo, el ente que debe cuidar de los menores en Filipinas.

Esperamos pronto actualizar la noticia con un final feliz para estos inseparables amigos.

Lamentablemente, esta dura realidad para niños y animales sin hogar se repite cada día en todas partes y es por esa razón que nosotros como sociedad debemos de aunar esfuerzos para que esto cambie. Al final, nada se gana con comentarios en las redes sociales si no hay una verdadera acción por parte de cada uno de nosotros.

Vivimos en tiempos decadentes para nuestras sociedades donde la mayoría siempre espera que alguien más haga algo por ellos y eso no está bien.

Este niño nos da un ejemplo sublime porque a pesar de su terrible situación, de la indiferencia de los demás, del hambre y de mil necesidades más puede seguir amando y compartiendo lo poco que tiene con el único ser que le brinda amor, amistad y lealtad incondicional…su perro.

Si llegó hasta acá, tómese un momento más para compartir esta historia, ayude a que los demás puedan informarse y tomen conciencia de lo importante que es la empatía y la misericordia, porque hoy más que nunca el mundo necesita de cada uno de nosotros.