Al tiempo que los rescatistas andaban casa por casa desde temprano en la inundación de Louisiana, las escenas comenzaban a repetirse.... TRÁGICAMENTE

Campos abandonados. Casas oscuras. Nadie en sus hogares... Pero sin embargo, ellos seguían llamando a las casas luego de este apocalipsis que significaron las terribles inundaciones en Lousiana, dejando secuelas del peor desastre que ha vivido el Estado desde el Huracán Sandy en 2012.

Cuando 300,000 personas fueron evacuadas tras la inundación en el sudeste del estado dos semanas atrás, muchos dejaron sus mascotas abandonadas. Y ahora, los rescatistas corren para salvarlos.

Así como un perro pastor alemán, quien fue erróneamente dado por muerto. “Estaba repleta de lodo, acostada con poca reacción en una zanja cuando andantes dieron un primer aviso de ella” dijo Patricia Blackwood, oficial de operaciones para Guardians of Rescue. “Era como si hubiera perdido toda esperanza, y sólo esperaba morir”

Pero no era su momento. Por el contrario, la perra fue rescatada y se recuperó en un refugio de emergencia.

“Ahora lo que tenemos son animales saliéndose del escondite,” cuenta Robert Misseri, fundador de Guardians of Rescue “Son animales vagando perdidos, lastimados, muriendo de hambre. Con esto lidiamos todos los días en nuestra rutina”

“Entramos a una casa, no hay nadie allí. Nadie alrededor” dijo Misseri y agregó “Puedes ver perros que no han comido en días. Sin agua, sin comida, nada. Simplemente encadenados... PERO AL MENOS LOS ENCONTRAMOS VIVOS!”

La semana pasada, rescatistas fueron enviados a salvar tres perros atascados en un corral. Su dueño se inundó en el desastre natural, y los dejaron con sus tarros vacíos y sin medios de escape.

Para empeorar sus posibilidades de sobrevivir, habían sido encadenados a unos postes. Pero gracias a un vecino que les arrimó agua y comida, lograron sobrevivir hasta que la ayuda apareció.

“Luego de asesorarnos de la situación, localizamos al dueño, se le quitó la propiedad de los mismos, y rápidamente ingresamos para quitarlos de donde habían sufrido la subida del agua, hambruna y sed”, dijo Blackwood.

Pero luego los rescatistas se enfrentaron a la misma problemática a la cual difícilmente se enfrentaron los animales desde que el torrente comenzó a mitad de Agosto. ¿Y ahora dónde podrían llevar estos perros hambrientos y cansados?

“Ha sido muy complicado porque no hay asistencia,” dijo Misseri. “Los refugios están repletos. No pueden recibir más animales”

Cuando los rescatistas enfrentaron la inundación, se encontraron con un nuevo obstáculo: colapsados por una escasez de recursos.

“Hasta que no están medicamente controlados, no los puedes sacar fuera del estado” relata Misseri. “Es muy complicado. Son uno de esos rescates que, si no cuentas con recursos, estás realmente atascado”

Estos tres perros estaban entre los pocos afortunados de encontrar lugar en los refugios de emergencia. Fueron cargados en cajas, y a continuación, a perreras.

Recibieron más que necesitados, baños sanitarios, para quitar toda enfermedad en ellos. "Están todos felices, perros amigables que aman a las personas”, cuenta Blackwood.

Dos de ellos tenían hasta gusano de corazón. Ahora todos tienen esperanza.

Cuando Misseri explica las necesidades de los rescatistas, no es de sorprender las veces que ha repetido esa lista. “Necesitamos rescatadores para sacar a los animales. Necesitamos transporte. Necesitamos veterinarios”.

Incluso los caballos fueron dejados de lado por sus dueños ante la imposibilidad de regresar con la subida del agua. Algunos de ellos terminaron parados en agua estancada por mucho tiempo, su piel infectada les provocó heridas y hongos que los dejaron pelados en las zonas heridas.

“Las aguas pueden estar retrocediendo, pero ha traído gran cantidad de animales con necesidades extremas”, comenta Blackwood. "Abandonados, muertos de hambre, lastimados y enfermos. La realidad es, el tiempo se acaba, y los Guardians of Rescue están trabajando duro para frenar el paso del tiempo."

Pero la inundación de los refugios de cuatro patas continua haciendo estragos, cada vez más cuando grupos exploran otras áreas. Y no todos los llantos de ayuda pueden ser escuchados. A veces, tienen que mirar por encima de las vallas.

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