Bruno, un muchachito de 6 años de edad, es un perro dulce que se lleva bien con otros perros y personas... difícil es creer que alguien fuera capaz de hacerle tanto daño a él y sus 21 hermanos...

A veces suceden cosas que una persona amante de los animales, o al menos que guarda respeto por ellos, no logra comprender que sucedan con éstas inocentes criaturas en manos de inmorales capaces de las peores aberraciones y negligencias contra ellos.

Bruno, uno de los 22 ángeles de ésta historia, es un pequeño de 6 años de edad, con un temperamento extremadamente dócil y compañero que nadie pueda imaginarse que un ser "humano" fuera capaz de hacerle tanto daño gratuito. Y a veces es difícil asimilar que sin intención de hacer daño, acaben de todas formas haciéndolo aún creyendo que no lo hacen, como en éste caso.

Hace dos semanas Adore-a-Bullie Paws and Claws, un rescate de animales de Nueva York, se acercaron a una mujer que tenía una camioneta estacionada en plena vía pública y que aparentemente tenía "algunos" perros con ella. El rescate fue alertado por algunas personas que habían visto que la mujer circulaba con su vehículo con varios perros encima y que esta mujer los tenía constantemente dentro de su camioneta, circulando alrededor del barrio de Bronx, bajo el calor abrasador que se vive especialmente ahora que es verano en aquellas latitudes.

Adore-a-Bullie se acercó a la mujer, e inclusive le ofreció a ésta persona atención veterinaria gratuita para sus animales (aunque nunca supo hasta más tarde que eran 22, sino que tenía la información que apenas serían 12) y además comida y algunos artículos más que podía necesitar para tenerlos mejor, pero la mujer ser negó a recibir la ayuda.

Kim Stein, co-fundadora de Adore-a-Bullie dijo sin embargo, que las cosas cambiaron el pasado sábado, cuando la mujer finalmente se contactó con el grupo de rescate, para pedirles ayuda para uno de sus perros que hacía tres días no comía y había sufrido un prolapso rectal...

Después de recoger el cachorro enfermo para tratarlo, la mujer preguntaba insistentemente cuando ella lo tendría de regreso, por lo que el personal se dio cuenta que allí había un problema que era maltrato pero no derivado de la maldad, sino derivado de una condición patológica llamada síndrome de Noé.

La mujer quería acopiarlos a todos, sin considerar que no tenía la más mínima posibilidad de tener siquiera 1 porque su casa era una camioneta que ardía literalmente en el calor del verano, mucho menos tener 22 animales allí hacinados negarse a recibir ayuda y aún esconderlos cuando quien la quiere ayudar se acerca.

Este es uno de los casos, como te mostrábamos ayer en las 11 señales de maltrato animal y como actuar, donde no hay maldad de hecho o premeditada, sino que una patología provoca que la persona crea firmemente que puede tener esa enorme cantidad de animales, crea fervientemente que "están bien" y que no vea aunque sea evidente, la pésima condición de vida que esos pobres animales tienen viviendo con ellos. Este es uno de los casos donde es necesario una intervención no solo para rescatar los animales, sino para ayudar a la persona.

El departamento de Policía de Nueva York localizó el vehículo estacionado en el Bronx y lo que se encontraron dentro al abrir las portezuelas fue perturbador...

Casi 2 docenas de perros, cachorros en su mayoría, encerrados en pequeñas jaulas dentro del automóvil en un día especialmente caluroso. No solo los animales estaban padeciendo el calor abrasador dentro del vehículo, sino que estaban rodeados de sus heces y orina también.

"Pensamos que eran 12 perros, pero luego resultaron ser 22" dijo Stein que agregó "La mujer resultó ser una acopiadora de animales clásica una persona enferma que también necesita ayuda"

Cuando los agentes finalmente rescataron los perros restantes el pasado Lunes, se dieron cuenta de que habían llegado justo a tiempo. Varios de los animales se estaban enfrentando a condiciones severas de salud.

Estaban asustados y la policía dijo que el terrible olor que salía del coche era insoportable y sugería que los perros habían estado viviendo dentro de aquella inmundicia por un largo período de tiempo. Stein dijo que la mujer obtuvo a Bruno cuando el tenía alrededor de 2 años de edad, y cree que la mayoría de los animales que fueron rescatados, no saben de otra vida que no sea vivir en el interior de un vehículo.

"Si no hubiéramos intervenido, quien sabe cuántos más cachorros habrián nacido en los próximos meses" dijo Stein

La dueña de los animales, una mujer sin hogar de 54 años de edad, veterana de guerra, fue descrita como "perturbada emocionalmente" y fue llevada por los funcionarios a un hospital para recibir la ayuda que necesita, porque está enferma psicológicamente, pero hay una diferencia entre ella que no se da cuenta de lo que hace y quien si se da cuenta y obra maldades.

Afortunadamente se espera que los pequeños se recuperen para poder encontrar un buen hogar para cada uno. Bruno, también conocido como "Gran Papa" es el referente de casi todos los rescatados en ésta operación y los cachorros más jóvenes lo adoran.

"Es la parte más increíble de la historia. Lloré por cada cachorro sacado del coche, pero más tarde cuando los cachorros se reunieron con Bruno en la Estación de Policía, todos corrieron a saludarlo"

Y finalizó diciendo "Lo están haciendo muy bien. Eran muy temerosos al principio porque no estaban socializados en absoluto, pero se han abierto rápidamente y ya podemos decir que todos corren y juegan casi como un perro normal"

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