Un pez dorado estaba pasándolo muy mal a manos de sus compañeros de pecera, luego que perdió su ojo por causa de una catarata.

La situación no sería de mayor alarma, sino fuera porque el tono blanco de su ojo, llamaba mucho la atención de sus otros amigos de la pecera en la casa de Julie Morgan, los que empezaron a “picarlo” constantemente, en el ojo, hasta mientras intentaba descansar.

Julie viendo la situación, llevó a Kiwi (así es su nombre) al veterinario para encontrarle una solución y el veterinario pensó que extirpando el ojo podría lograrlo.

Pero la estrategia no fue exitosa y los amigos de Kiwi, dejaron de picar su ojo para picar su cola...

Kiwi es un pez dorado de agua salada que Julie Morgan tiene en casa junto con otros similares en su pecera y los quiere como animales de compañía, a pesar de ser pequeños y ni siquiera acompañarla para ir a pasear, o traer una pelota.

Julie Morgan

Preocupada con la situación de Kiwi que no mejoraba, Julie lo llevó de nuevo a la veterinaria y fue allí que Megan Baebler, la doctora, pensó en una nueva (e innovadora) solución para Kiwi.

Dra. Megan Baebler

Decidió probar implantarle un ojo protésico para subsanar el hoyo que había quedado donde antes estaba su ojo y así lograr que sus amigos dejaran de verlo como un “fenómeno” y molestarlo constantemente por eso… “el estaba sufriendo una especie de bullying acuático” tal como dice Marie

El fue a cirugía de nuevo, y luego de 30 minutos de procedimiento, su ojo protésico ya estaba en su lugar. Ahora el se está recuperando en una pecera aparte y en poco, podrá volver “al barrio” junto a sus amigos.

Julie por su parte dice que sufrió burlas y prejuicios por preocuparse tanto por Kiwi cuando “apenas es un pez”

“Muchas personas piensan que solo tenía que botarlo por el inodoro y ya, que era apenas un pez. Pero si yo puedo darle calidad de vida a alguien que me hace tan feliz cada vez que los observo ¿por qué no lo haría?"

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Julie está contenta y finaliza diciendo “Yo creo que el está muy bien ahora. Esta comiendo, nadando y me parece que cuando vuelva al barrio va a ser todo un éxito!”

Es importante entender la importancia de no fomentar daño ecológico, queriendo tener en nuestras peceras especies exoticas, raras, etc por sus colores bellos Kiwi, aunque no logre ver sus barrotes por ser de vidrio, está en cautiverio y esa situación es triste.

La parte positiva es que se ha encontrado con una madre que dudamos otro en el mundo hubiera sido capaz de hacer ésto por él cuando su ojito falló.

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