Además de las pérdidas humanas, la crisis de los refugiados en Europa podrá tomar víctimas entre los animales silvestres del área donde se pretende la instalación de los cercos vallados que impedirían el pase de refugiados.

Las medidas de las autoridades de la Unión Europea para lidiar con la ola de refugiados en el continente amenazan con tener consecuencias devastadoras no solo para los seres humanos: lobos, osos y linces están entre las especies “candidatas” a la inclusión en la lista de víctimas.

Según un estudio publicado por la revista especializada PLOS Biology, fueron erguidos o están en construcción dentro de la UE, cerca de 400 kilómetros de cercas en las fronteras europeas, además de 2 mil kilómetros separando los países miembros, de los no miembros de la UE.

La investigación, pionera en Europa, mostró que la construcción de esas barreras representa una amenaza a la vida silvestre. Estas cercas pueden provocar muertes, impedir el acceso a recursos vitales e inclusive reducir la población de las especies. Además de esto, interfieren con proyectos ambientales europeos como la Red Natura 2000 y la estrategia de biodiversidad de la UE para 2020.

VALLADO FATAL

El caso no es el único en el planeta. También la frontera entre México y Estados Unidos tiene un severo impacto sobre la vida silvestre, pero en Europa el escenario es nuevo y como tal, exige nuevas medidas de combate.

Las especies que viven cerca de las fronteras están, sobre todo, sujetas a la muerte por enredarse en los alambres, o por electrocución. Estos podrían ser los efectos inmediatos y de corto plazo de los vallados. En mayor escala, las consecuencias incluyen la obstrucción de la circulación natural de animales y del acceso a fuentes vitales de comida y agua, fragmentación genética de las poblaciones y pérdida de sus hábitats.

Entre Croacia y Eslovenia están planeados un total de 600 kilómetros de vallas, de los cuales como mínimo 167 kilómetros serán de alambres laminados (que cortan al tacto), que ya están instalados, tal como indica la organización internacional de migración.

Del total, 349 kilómetros cortan una de las áreas naturales más ricas de Europa, en la cordillera de los Alpes Dináricos, hogar de especies raras y amenazadas de extinción, como el oso pardo, el lobo gris, o el lince eurásico, que están entre los 5 mayores carnívoros europeos.

A pesar de su baja densidad poblacional y del amplio espacio que necesitan, estas tres especies lograron sobrevivir los últimos años gracias a su capacidad de moverse entre diferentes sub-poblaciones, así como a esfuerzos de conservación exitosos. Pero ahora… las cercas y vallados ponen en severo riesgo el futuro de ellos.

Por ejemplo, el área del hábitat de cinco manadas de lobos eslovenos (de un total de 10 u 11) se extiende de ambos lados de la frontera con la vecina Croacia. En caso de quedar aislados por el vallado, es posible que los especímenes encerrados en Eslovenia, no sobrevivan…

GRAN RETROCESO A LA CONSERVACIÓN

En la visión del principal autor del estudio, John D.C. Linnell, la implementación de vallados fronterizos en áreas naturales reconocidas, representa un paso atrás en los esfuerzos europeos de conservación.

Los investigadores agregan que, la cerca eslovena-croata también estará en conflicto directo con proyectos europeos como la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2020, además de cortar una zona incluida en la red Natura 2000.

De ésta forma, ellos denuncian que algunas de las nuevas estructuras no respetan criterios de tratados europeos de conservación de vida silvestre, en especial, la directriz de los hábitats, la cual “asegura la conservación de una amplia gama de especies animales y vegetales raras, amenazadas o endémicas”, como describe la Comisión Europea.

La comisión de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, afirma estar monitoreando de cerca la construcción de las cercas, con el fin de identificar cualquier problema relativo a los aspectos ambientales “Pero hasta el momento no hubo ninguna indicación en éste sentido”, asegura la porta voz de la cartera, Iris Petsa, a pesar de que resalta que “intentos de construir muros o cercas entre los estados miembros no tienen lugar en la UE”

EJEMPLO DE LA CERCA ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS

El examen de casos pasados, sin embargo, confirma los motivos de la preocupación entre los ambientalistas. El equipo de Linell estudió, por ejemplo, el impacto de la cerca entre Mongolia y China sobre la disminución dramática de la población del asno salvaje mongol, o Khulan. Además analizó la famosa frontera entre México y Estados Unidos (con casi 1000 km de dimensión) y que también impide el movimiento de numerosos animales terrestres, desde bisontes a reptiles, incluyendo especies amenazadas.

Una investigación publicada en 2011 mostró que, entre los mas afectados, cuatro animales están listados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como amenazados en riesgo elevado de extinción. Además de esto, la cerca EUA-México provocó la fragmentación del hábitat de animales extremadamente raros, como el Ocelote, un felino del cual quedan apenas 100 animales vivos en el estado de Texas.

Proyectando para el futuro, el servicio de los EUA para Peces y Vida Salvaje (USFWS) estima que el proyecto del pre-candidato republicano a la casa blanca, Donald Trump, de extender el vallado de frontera, tendría un impacto devastador sobre 223 de los animales protegidos por la USFW, entre los cuales, 111 especies son amenazadas de extinción, además de estar en áreas protegidas de vida silvestre, por lo que la medida de Trump en éste sentido, sería un holocausto animal.

EFECTOS POSITIVOS EXIGEN TRABAJO

En contrapartida, el autor del estudio de PLOS Biology, John D.C. Linell recuerda que nada es Blanco o Negro. Pues las estructuras tienen el potencial positivo de prevenir el contrabando de los animales silvestres, preservarlos de la caza ilegal y construir para ellos un refugio pacifico, pleno de fauna y lejos de la presencia humana. Pero estos aspectos exigen mucho trabajo intenso y altos valores morales en las personas que los lleven adelante y que no solo vean un beneficio personal a corto plazo.

“Ahora es la hora de fortalecer las colaboraciones y trabajar aún más duro” exhorta el ecologista. Entre las sugestiones del equipo de investigadores consta abrir determinadas secciones de las vallas en las temporadas de migración y perfeccionar el diseño de las vallas, con el fin de reducir el riesgo de que los animales se enreden y sean heridos en ellas, o que sufran electrocución.

Linell espera que las cercas que los estados planean para separar los países bálticos de Rusia y Bielorrusia, sean sometidas a evaluaciones de impacto ambiental meticulosas, llevando en consideración las necesidades de las especies salvajes y que no sean construidas en la base de una urgencia para intentar contener algo que se ha salido de las manos, como es la terrible crisis humanitaria que empuja las personas a querer ingresar en éstos países.

Para alcanzar esto, con todo, los conservacionistas necesitan interactuar intensamente con los agentes de gobierno y comenzar a comunicarse a niveles más elevados de gobierno “El trabajo que Europa está realizando hace décadas para ampliar los proyectos de conservación, tiene que ser revisado y adaptado al nuevo escenario” aconseja Linnel.

Y todo esto, que pone en riesgo los animales, es provocado por el hombre… porque lo que está mal no son los refugiados que escapan por su vida de países en conflictos, que solo saben aumentar sin solución. Los verdaderos culpables, son las causas que provocan que una persona deje atrás todo lo que conoce, se lance a lo desconocido, por escapar y preservar su vida.

La crisis humanitaria es cosa de humanos, los animales no deberían sufrir ni pagar las consecuencias de asuntos humanos que los propios humanos no han sabido manejar o detener efectivamente.

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