Cuando el corazón es más grande que cualquier dificultad, historias conmovedoras como éstas suceden. No dejes de conocer a Arturo Oliveira y su altruismo sin límites!

La mañana en que ésta historia se sucedió, Arturo Oliveira había desayunado en un comedor social de Caritas, donde diariamente recibe su alimento, ya que él, no tiene trabajo y muchos días, no sabe si tendrá algo para comer por sí mismo al día siguiente.

Pero si en algo éste noble muchacho es millonario, es en compasión por la vida, compasión que quizás ni siquiera sus propios pares tuvieran con él… y su enorme capacidad de dar, quedó plenamente reflejada en la historia de éste rescate.

El hecho sucedió en Bembibre, un municipio y localidad de España, en la comarca de El Bierzo, provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León que a inicios de éste año, sufrió terribles inundaciones.

En pleno invierno, con temperaturas por debajo del cero, una enorme lluvia se desató en la zona, lo que provocó severas inundaciones que sumergieron la ciudad y dejando aisladas personas y animales, muchos de ellos inclusive ahogados por lo repentino del aguacero.

Cuando Arturo volvía de tomar su desayuno en Caritas y rumbo a su casa, cerca del río Boeza, pudo ver un perro que se había quedado atrapado en una nave anegada. Sin pensarlo dos veces y a pesar de las bajas temperaturas, Arturo salió al rescate del pequeño animal cuando lo vio asustado en el techo de la nave.

El propio dueño del animal estaba cercano a toda la escena, pero ni siquiera él habiá tenido el valor de arrojarse al agua helada para hacer algo por su compañero perruno, y cuando vio a Arturo hacerlo, apenas con su camiseta de mangas cortas y un pantalón de deportivo, quizás habrá sentido la vergüenza más grande de toda su vida.

Arturo atravesó la zona inundada con el agua helada hasta el cuello, inclusive su propio cuñado estaba observando a Arturo con miedo de que sufriera hipotermia a cualquier momento.

El pequeño animalito estaba en pánico y por un momento dificultó bastante el rescate, porque corrió hacia el interior de la nave en vez de quedarse donde estaba, lo cual obligó a Arturo a meterse sumergido dentro de la nave y sacarlo de allí.

Cuando lo localizó y lo abrazó pudo verse que el perro comprendió que Arturo quería ayudarl…

Arturo no hacía pie, tiritaba congelado. Pero siguió nadando hasta alcanzar un cercado de madera en el que tomó aliento. Tras reponer fuerzas siguió su lucha por poner a salvo al can, que movía también sus patas para ayudar en el rescate, confiado ya de que quien le portaba en brazos no podía más que ser su única salvación.

Pero Arturo aún tenía delante una última dificultad: salvar una verja de alambre y hierro que los separaban de tierra firme. El joven logró pasar por encima de la misma al animal, aprovechando que era una valla de poca altura. Y el héroe, humilde y anónimo, entregó el perro a su dueño, que contempló atónito el rescate.

Arturo Oliveira no sabe muchos días si va a tener para comer. Pero no pidió nada por su gesto. Ni dinero ni fama. Los ojos del pequeño perro mirándole agradecido fueron seguramente su mayor premio.

Hubieron muy pocos testigos de éste enorme acto de altruismo de Arturo, pero en buena hora es que quedaron algunas fotos para poder compartir su historia y poner su nombre donde merece, en el lugar que merecen héroes como él!

El joven tenía algunas magulladuras en su cuerpo, y al poco tiempo una voluntaria de Cruz Roja llegó a su vivienda para facilitarle mantas y ropa seca.

Lo que de verdad esperamos es que la comunidad de Bembibre sepa el gran héroe que tienen entre sus ciudadanos y alguien pueda ofrecerle un trabajo, o lo que Arturo necesite para ya no tener que pensar cada noche al dormir, si al día siguiente tendrá algo para comer y VIVIR DIGNAMENTE como un ser humano como él merece… No es justo que gente de tal humanidad, deba pasar por tantas privaciones y dificultades. Ayudemos entre todos para que lo logre!

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