¿Crees en el Destino? La mayoría de las veces, un camino equivocado es bastante inconveniente para un viajante, pero, en éste caso, salvó una vida.
Un tanto molestos por el mal funcionamiento del aparato, Culloch miró hacia adelante y de repente vio algo en la distancia, un pequeño delfín encallado en aguas muy poco profundas.
En vez de simplemente volver al automóvil y continuar camino, Culloch y Robert su pareja, hicieron lo opuesto. Se acercaron para ver si el animal aún estaba vivo.
Y él lo estaba! A pesar de que las ampollas en su piel delataban que había estado bajo el sol un buen tiempo, pero no sabían exactamente cuánto ni tampoco sabían cuanto podría durar en aquella situación.
“Llamamos a la Policía, al BDMLR (British Divers Marine Life Rescue) y la SSPCA (Sociedad de Prevención a la Crueldad Animal de Escocia) dijo Culloch y agregó que “ellos vinieron tan rápido como pudieron y se pusieron a cargo”
Culloch y su pareja se mantuvieron al lado del delfín, mientras los equipos de rescate trabajaban para mantenerlo confortable. A razón que el agua era muy rasa durante la marea baja, intentar moverlo en esas condiciones, era lastimarlo aún más, por lo que se concentraron en mantener su piel húmeda y esperar.
“El pequeño parecía saber que estábamos allí para ayudarlo. Se quedó calmado todo el tiempo” dice Culloch.
A pesar que Culloch fue rápida en dar el alerta y los equipos de rescate, rápidos en llegar para mantener el animal vivo, devolverlo al mar tomaría más tiempo, tomando en consideración que la entrada era intransitable para vehículos y por eso, deberían esperar casi medio día allí hasta que la marea subiera de nuevo.
“Nos quedamos unas 10 horas allí, hasta poco después de las 4 de la mañana” dijo Culloch
Fue cuando finalmente el momento llegó! En las primeras horas de la mañana, mientras Culloch acompañaba el procedimiento, los equipos de rescate llevar al pequeño rumbo al mar en aguas más profundas. Al principio el parecía medio desorientado, pero luego encontró su camino al mar
“Cuando el recupero su fuerza, nadó hacia fuera de la bahía. El nadaba fuerte y eso era la mejor señal para todos” dijo Culloch.
Ni Culloch ni su pareja tenían planeado pasar toda una noche en un lugar inhóspito, donde habían llegado extraviados, pero las señales del destino son inequívocas y si el destino los puso allí, el motivo estaba más que claro.
“Al final del día, agradecemos que el GPS hiciera que nos perdiéramos, porque de no haberlo hecho, éste pequeño hubiera muerto allí. Es un sentimiento muy grande poder darle a un animal una segunda chance de vivir. Todos los que trabajan rescatando animales, sea el animal que sea, son realmente personas muy necesarias y maravillosas” concluyó.
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