Ésta historia nos demuestra que para los animales las diferencias no existen y que en los peores momentos, ellos se ayudan sin mirar más allá
Ésta dupla nos prueba que una verdadera amistad, puede florecer, independiente de las probabilidades y circunstancias. ¿Quién podría pensar que un gato y un lagarto podrían ser los mejores amigos? Pues… es verdad que es posible!
Charles, podría tranquilamente haber sido devorado por su amigo felino Don Gato cuando llegó a la casa, herido y aún siendo un bebé, pero, el pequeño felino decidió quesería mejor cuidar de su amigo y comer lo que mamá le ofrecía en el plato.
Cuando Charles (el lagarto) siente miedo de los truenos – porque de hecho se asusta mucho con ellos – su amigo felino corre para abrazarlo delicadamente y ponerlo bajo su cuerpo y calmarlo.
Charles llegó a la casa familiar, siendo un bebé y herido. Ellos (principalmente Don Gato) cuidaron de él, lo llevaron al veterinario y le devolvieron la salud.
Hicieron varios intentos de devolverlo a la naturaleza, pero Charles siempre daba la vuelta y encontraba el camino a casa, y a los brazos de Don Gato, por lo que ahora dejan la puerta abierta y el sale y regresa cuando quiere.
Y la verdad es que pasa la mayor parte del tiempo dentro junto a su mejor amigo gatuno compartiendo. El tutor de ambos dice “cuando los separamos por algún motivo, realmente es un problema, Don Gato rasca las puertas hasta que lo dejamos estar cerca de Charles, no hay como no conmoverse con la escena, los dos realmente se ponen tristes cuando están lejos, casi que en depresión”
Es una buena oportunidad para recordar que no está bien tener animales silvestres como mascotas en casa. El lugar de los animales silvestres es su hábitat y mucho menos se debe buscar comprar ningún animal silvestre en las tiendas.
En el caso de Charles, el llegó fortuitamente a la casa herido y fue atendido y diversas veces se intentó que volviera a la naturaleza (los bosques que circunda la casa) y el ha regresado a la casa una y otra vez. A pesar de ésto, el tutor no restringe que un día Charles pueda querer regresar a su medio ambiente y es por eso que deja las puertas abiertas para que, el día que lo decida, pueda irse con plena libertad.
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