La historia de Emerson y sus perros conmovieron Internet y acabó facilitando el reencuentro con su familia luego de 15 años de separación. Mira la historia aquí
A finales de 2015 se compartía en redes sociales la historia de un hombre que vivía en las calles recolectando residuos para reciclar de los volquetes de basura, y cuando los animales que el tenía con el, necesitaron atención médica y el no tenía con que pagar, vendió lo único que tenía de su propiedad, su carroza, para poder llevar a su perrita Julie y los cachorritos que ésta acababa de tener.
Luego de que mucha gente se conmoviera, un proyecto independiente de colaboración llamado Pimp My Carroça, cuyo objetivo es retirar los recicladores como Emerson de la invisibilidad social y mostrar la dura realidad de éstas personas, se unió a la ONG Desabandone, entidad que ayuda animales de la calle y entre ambas instituciones buscaron conseguirle una nueva carroza a Emerson.
Valga decir que la carroza que Emerson utilizaba, no utiliza tracción a sangre, más que la suya propia jalando cada día.
"Yo obtengo unos 60 reales por día reciclando, ya junté unos 50 para comprar una nueva carroza, creo que precisaré unos 300" dijo Emerson. Cuando la periodista le preguntó porqué no vendía los cachorritos para comprar una nueva carroza, el fue, lo que muchos con más recursos que él no son... realmente humano y dijo "un amigo no se vende" además aclaró que el castrará a Julie apenas los cachorros dejen de mamar.
Fue entonces cuando un equipo de periodistas estaba haciendo una nota con Emerson para coordinar la campaña para financiar su nueva carroza, cuando de repente apareció una chica con los ojos llenos de lágrimas e interrumpió la reunión diciendo “El es mi tío!”. Su nombre Gisele Soares Oliveira, de 28 años.
Su sobrina, que es técnica veterinaria, acompañó toda la historia de Emerson, Julie y sus peques por las redes sociales y dijo “por mi profesión sigo varios grupos de ayuda a los animales y vi la foto de él. Se la mostré a mi madre preguntando si era el tío Arlindo” recuerda Gisele. La madre lo reconoció de inmediato y fue entonces que Gisele se dedicó a encontrar su tío, que hacía 15 años no veía!
La movilización, aprovechando las redes sociales de buena forma, permitió no solo que Julie y sus pequeños tuvieran la atención que necesitaban, que Emerson tuviera su nueva carroza para trabajar, sino que de “rebote” trajo a su familia de regreso, luego de 15 años de no saber nada de él!
Gisele tenía noticias de que él había sido visto en la región de la Avenida Paulista y que lo conocían como Emerson, aunque su nombre real era Arlindo. Fue entonces que Gisele viajó desde Piracicaba al centro de San Pablo a reencontrar su tío.
Gisele fue quien se animó a intervenir, mientras que la madre de Gisele y una hermana miraban de lejos sin saber cómo aproximarse. De inmediato Emerson no reconoció sus familiares, o al menos eso dijo, pero en el momento en que su hermana mayor lo abrazó, el hombre rompió a llorar.
La madre de éstos hermanos, llamada Benedita Soares, a sus 75 años, dice que ya no tenía esperanza de encontrar su hijo vivo y dice “No creí cuando vi su foto en Internet, queremos llevarlo a él y sus animales para casa”
No fue poco común la respuesta de Emerson ante esta propuesta… El dijo que NO. Y es una respuesta que, quien atiende personas en situación de calle oye mucho, porque éstas personas de cierta forma se acostumbran a vivir de ésta manera y se niegan a volver a sus casas, muchos de ellos inclusive manifiestan que pierden la “libertad” que la calle le da, pero tristemente no ponen en la balanza los peligros y la invisibilidad a la que están expuestos en las calles y el dolor que le provocan a una familia que hoy sabe que están vivos, y en la calle en peligro por voluntad propia.
Arlindo dijo que seguirá trabajando como reciclador y que Julie y sus cachorritos irán donde quiera que él vaya y esperamos que tenga bastante trabajo para poder mantenerse y mantener sus amados amigos de cuatro patas.
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