[FIDELIDAD] Hace ya una semana que el Hachiko de Kamchatka espera a su dueño en el aeropuerto


En la península rusa de Kamchatka, un perro espera por su tutor en el aeropuerto principal de ésta península… su tutor se fue de viaje, dejándolo atrás…




Apareció aquí hace una semana, ahora de hecho, el está viviendo aquí. El camina por la calle y revisa cada pasajero que llega a Kamchatka. Por lo que sabemos, habría sido dejado atrás por su antiguo dueño cuando embarcó rumbo a Moscú” dice el representante del aeropuerto.



El hombre no tenía suficiente dinero para transportar el animal y no logró obtener los documentos necesarios, por lo que le fue impedido al perro ingresar en el avión. El dueño viajó sin su amigo, que ahora aguarda su regreso” agregó


Aeropuerto de Kamchatka
Los funcionarios del aeropuerto dicen que el pequeño es muy simpático y tranquilo. El acepta alimentos que le son ofrecidos, pero prefiere los platos con pedacitos de carne.




Durante toda una semana, el pequeño realmente se transformó en el centro de atención de la localidad. Los usuarios de las redes sociales lo bautizaron “El Hachiko de Kamchatka” y están intentando encontrarle un nuevo hogar. Mientras tanto, los voluntarios de la asociación de caridad Hope Island, están cuidando de él.

Las personas están compartiendo su historia en las redes sociales, en la esperanza de encontrar a su dueño, pero hasta ahora el sujeto no aparece. Sin embargo, personas de todo el país nos están llamando porque quieren adoptarlo” dice Marina Nikolenko, una voluntaria de Hope Island.


Recientemente una mujer, de la ciudad rusa de Irkustk llamó por teléfono y dijo que estaba dispuesta a pagar todos los costos de transporte que hubiera que cubrir, también en Moscú, uno de los refugios de animales privados, está en curso de una campaña buscando fondos que son necesarios para el transporte, que si el adoptante los cubre, serán en su caso, destinados para ayudar otros animales en necesidad” agregó




Sin embargo, en la península de Kamchatka aún hay esperanzas de encontrar al dueño del animal. No sabiendo en realidad las circunstancias que lo llevaron a tener que viajar, ni si le ha sucedido algo, ellos prefieren esperar para saber de él. Si en un corto plazo, el hombre fuese encontrado, los voluntarios locales le ayudarán con los documentos necesarios y pagarán todos los gastos, no sin antes saber muy bien sus motivos para dejarlo atrás. 


En los registros del aeropuerto, figura como que el hombre viajó a Moscú, está su nombre y documento en los registros del aeropuerto, pero al no haber nadie en su casa en Kamchatka, por lo que parece ser una persona que vive sola allí, no hay forma de poder ubicarlo, hasta que él regrese, o vea la publicación en línea. En caso que él se hubiera mudado, algo improbable porque se trasladó apenas con 1 bolso de mano, sería necesario hacer el traslado de Hachiko de Kamchatka a Moscú, lo que tendría un costo de alrededor de 10 mil rublos, unos 150 dólares.


En éste caso, realmente nos parece muy mal que el hombre se hubiera ido, dejando a su mejor amigo en el aeropuerto, pero antes de repudiarlo, nos ponemos a pensar que hay muchas personas que cada día, cuando salen al trabajo o al estudio por ejemplo, dejan que sus perros los acompañen hasta una parada de buses y se van a trabajar tranquilos porque “el perro siempre vuelve a la casa luego que me despide”.

Pensar así está mal, porque jamás debemos dejar nuestros animales solos en la calle, expuestos a que les suceda cualquier cosa mientras nosotros tranquilamente nos vamos al trabajo, a la escuela, etc confiando en que volverá seguro a casa y pensando que es hasta gracioso que nos acompañen y vuelvan solos. A pesar que en estos casos, las personas no se ausentan por una semana o más, no cabe dejarlos ni 10 minutos solos a su suerte en la calle, porque apenas basta 1 minuto, para que una tragedia suceda.

El Hachiko de Japón, el protagonista de una de las historias de vida mas conmovedoras
En el caso de Hachiko de Kamchatka, nada más pensar que quedará allí sin comida, ni agua, ni un lugar donde dormir por días, ya debía haber sido un motivo fuerte para desistir de su viaje hasta tener todo en orden para poder viajar juntos, porque si no, es lisa y llanamente abandono cruel e indolente.

Estatua en honor a Hachiko en Japon

Nos pone a pensar que no deben haber sido los magros 150 dólares que costaba el transporte que hicieron que éste hombre no viajara con el animal, porque para viajar con uno, se necesita llegar a un aeropuerto munido con el debido transporte de animales para ponerlos dentro antes de viajar. El hombre no llevaba consigo un transportín, apenas llevaba un bolso de mano que registró, por lo que suponemos que desde siempre su intención fue irse solo.

Realmente esperamos que, de constatar que esto ha sido simple negligencia, éste animal no le sea devuelto a su dueño, porque ha demostrado una total indolencia con el ser que más lo ama en el mundo.

Hackiko (el original) fue un perro que se volvió un símbolo de fidelidad y lealtad en Japón, su historia ha dado la vuelta al mundo miles de veces, como el perro que esperó su dueño para siempre, una vez que éste, falleció mientras estaba en su trabajo, pero Hackiko nunca lo supo y esperó durante años a su amado dueño en el mismo lugar en la estación de tren, cada día, hasta el día en que ambos se reencontraron al otro lado del puente del arcoíris.

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