A sus 3 años de edad, la elefanta Me-Bai fue secuestrada de su madre y vendida a la industria de turismo de Tailandia…

El indefenso bebé, fue forzado a cargar personas día tras día expuesta a los mismos maltratos y negligencia que días atrás provocaron la muerte por agotamiento de la elefanta Sambo, luego de infartar y colapsar completamente por las infames condiciones en las que ella y los demás elefantes “trabajan” para el turismo en aquella zona.

El trauma corporal de cargar personas y todo el aparejo que le colocan en la espalda, perjudicó la espina dorsal de Me-Bai y su crecimiento y todo eso provocó que se volviera muy débil para transportar turistas y fue entonces su explotador viendo que ya no le “servía” decidió descartarla.

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La buena noticia entre tanto maltrato es que decidió descartarla en el Santuario Elephant Nature, donde los nuevos cuidadores de Me-Bai no solamente querían cuidar de ella, sino embarcarse en una misión mayor aún… Encontrar a su madre

En cuestión de 2 semanas, ellos localizaron a Mae-Yum, la madre de Me-Bai y se apresuraron para que el encuentro entre ambas fuera lo más rápido posible… el reencuentro fue algo hermoso y muestra cuánto daño puede hacer esa industria que muchos inmorales llaman “trabajo” que explota y mata centenas de animales cada año que los gobiernos omisos intentan disfrazar como “turismo”

Ya pasaron 3 años desde que las dos se reencontraron y la alegría y amor que se profesan la una a la otra, es de las cosas más conmovedoras, capaz de enternecer al corazón más duro.

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