Mientras en algunas partes solo se ocupan de decretar matanzas, en otros lugares se encargan de buscar soluciones éticas… Mira aquí ésta gran noticia!

Causada por el protozoario Leishmania chagasi, la Leishmaniasis visceral es una enfermedad que mata alrededor de 60 mil personas cada año en todo el planeta. Por ser una enfermedad crónica no ha recibido la misma atención mediática que otras enfermedades como el Dengue, el Zika y la Chikungunya.

Este motivo, llevó al veterinario Dr. Rodolfo Giunchetti, de la Universidad Federal de Minas Gerais UFMG, a desarrollar la vacuna LBSap

Con apoyo de la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Minas Gerais (FAPEMIG), el grupo de investigación de la UFMG ha desarrollado una nueva fórmula para el combate de la enfermedad, teniendo como foco al insecto transmisor.

El objetivo es desarrollar una vacuna más efectiva en el control del insecto vector (flebótomos) utilizando proteínas del propio insecto. Ésta iniciativa que es pionera en el Mundo, podrá ser utilizada en perros donde se da la transmisión de Leishmaniasis visceral.

Así entonces, el animal vacunado producirá anticuerpos contra el insecto transmisor QUE ES UN FLEBÓTOMO NO TIENE NADA QUE VER CON EL AEDES AEGYPTI. Éste, al picar al perro inmunizado, recibirá los mismos anticuerpos, perjudicando su desarrollo e impidiendo que el protozoario Leishmania infecte al huésped.

Las diferentes evaluaciones de la LBSap han mostrado resultados muy prometedores. Según Giunchetto, los resultados demuestran que la vacuna ya presenta los mismos niveles de inmunidad de las vacunas antes comercializadas en el mercado, bastadas en otro sistema de ataque.

Con un costo de producción bastante menor que las vacunas ya existentes, LBSap tiene la capacidad de ser producida en gran escala por países en desarrollo y se ha vuelto una alternativa para el control y combate de la Leishmaniasis visceral canina y humana y lo más importante EVITANDO LAS ABSURDAS MATANZAS DE ANIMALES QUE HOY DÍA SE PROMUEVEN EN ESOS PAÍSES PARA “CONTROLAR” o “EVITAR” ésta situación.

Uruguay fue el último escenario reciente de matanza de animales que dieron positivo a estar infectados por Leishmania negándosele a la población inclusive desde el propio Ministerio de Salud, la posibilidad de tratar médicamente a sus animales para curarlos, decretando la eutanasia automática jo un absurdo decreto de emergencia sanitaria.

Aún no existe un tratamiento efectivo contra la Leishmaniasis visceral canina, y éste fue el motivo que motivó a Giunchetti a buscar una nueva fórmula de combate a la enfermedad. La idea es proteger a los perros, impidiendo que el animal continúe transmitiendo el agente causante de la Leishmaniasis visceral para otros perros e inclusive para el hombre.

“El deseo es el de desarrollar una vacuna que pueda perjudicar el ciclo biológico del insecto vector. El mecanismo de acción de ésta vacuna estará basado en la producción de anticuerpos contra el insecto vector, inducidos por la vacunación del perro. De esa forma, cuandp el insecto pica y se alimenta con la sangre de un animal inmunizado con ésta vacuna, podrá interactuar junto con la sangre, los anticuerpos de la vacuna, que inducirán alteraciones en el insecto, bloqueando la transmisión de la Leishmania” dijo.

En Brasil solo existe una vacuna contra la Leishmaniasis visceral, la cual es comercializada bajo el nombre de Leish-Tec ®, pero, ésta vacuna no es recomendada por el Ministerio de Salud en su programa oficial de control de la Leishmaniasis visceral. Otra vacuna, que era vendida para su aplicación en perros, era la llamada Leishmune ® que perdió su licencia de comercialización en 2014 y a la fecha continúa sin ella.

La vacuna desarrollada por el grupo investigador de la Universidad UFMG, en conjunto con el FAPEMIG, puede ser una nueva opción para el mercado nacional, e internacional, para su aplicación en países de América Latina y Europa, donde la Leishmaniasis visceral canina es considerada un problema de salud pública.

El trabajo conjunto entre la UFMG y FAPEMIG podrá resultar en el desarrollo de un nuevo producto que pretende contribuir efectivamente en el control de la Leishmaniasis visceral.

Celebramos y mucho éste gran avance que muestra, cuando una sociedad está comprometida con el apoyo ETICO a la salud humana y animal. Nos alegra enormemente el distanciamiento de las posturas facilistas eutanásicas llevadas adelante por muchos países sudamericanos con relación a la Leishmaniasis (el último sucedido en Uruguay, que solamente se dedicó a mandar matar animales bajo un decreto de emergencia sanitaria que no era tal).

Nos alegra que la ciencia avance en el camino del respeto del derecho a la vida, que no es un derecho exclusivo del humano, sino que también es derecho de los animales.

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