Una mujer que se compadeció de unos cerdos que eran transportados en un camión dándoles agua, ahora increíblemente se enfrenta a la posibilidad de ir a la cárcel tras ser acusada de "conducta criminal".

Anita Krajnc, de 48 años, estaba con un grupo de activistas de pie junto a la carretera en Canadá a la espera de que pasen los camiones transportando a los cerdos que serían asesinados para el consumo.

Cuando los camiones se detuvieron en un semáforo, ella y otros activistas se acercaron para dar un poco de agua y fruta a los animales a través de brechas en el camión.

En Canadá como en muchos lugares del mundo, los cerdos son tratados como un objeto de propiedad y pueden ser transportados hasta 36 horas sin comida, agua o descanso.

Los dueños de los cerdos afirman que la campaña de los activistas pone en riesgo a los cerdos y es un peligro para la seguridad vial.

El 22 de junio, Anita se metió en un enfrentamiento con un conductor de camión de las granjas Van Boekel cuando se le pidió que deje de darle el agua cerdos.

Al siguiente día la policía informó que había habido una denuncia formulada en contra de ella y fue acusada de "conducta criminal".

De acuerdo con documentos de la corte, la Sra Krajnc, que dirije la organización Toronto Pig Save, rocía "un líquido desconocido en el remolque donde estaban situados los cerdos".

Eric van Boekel, quien hizo la denuncia, dijo: "Ella tiene el derecho de protestar y manifestar sus puntos de vista. Lo que ella no tiene el derecho de hacer es poner mi ganado en peligro."

"Esto sucedió en un semáforo de tráfico y la gente está poniendo sus manos en el ganado. El problema es cuando la luz cambie a verde. No va a ser una cuestión de si alguien se lastima, sino cuándo. No quiero la responsabilidad de alguien siendo mutilado".

Pero la Anita Krajnc y muchas personas priorizan la vida de todo ser, teniendo misericordia por su padecimiento y es por esa razón, que su caso se ha convertido en una causa célebre para los grupos defensores de los derechos de los animales.

"Tenemos el deber de dar de comer al hambriento y de beber al sediento. No voy a aceptar pagar una multa, prefiero ir a la cárcel ", dijo Anita Krajnc.

Si usted presta atención alguna vez a un camión que transporte animales (vacas, cerdos, etc) para el consumo, tome unos segundos para ver sus ojos y notará fácilmente su ansiedad, miedo y hasta desesperación.

Existe una industria contaminante y sumamente cruel detrás de la carne que usted consume. A ellos sólo les importa el lucro y no el trato a los animales, pero estamos seguros de que si usted llego hasta aquí, es porque tiene sentimientos y por eso le exhortamos al cambio paulatino de sus hábitos de consumo.

Recuerde que de cada uno de nosotros depende el cambio si hacemos lo correcto!