Una conversación en la parada de ómnibus sería el punto final a una búsqueda desesperada por Thor... pero la historia no acabaría allí... Conócela
Una conversación en la parada de ómnibus ayudó a poner un fin a las búsquedas desesperadas y exhaustivas de Thor, que había desaparecido de la casa de la diseñadora Nayara Cazon Guedes, cuando el día 27 de Diciembre, maleantes invadieron su hogar para hurtarla y de donde Thor había desaparecido en el Jardim do Edén, Franca, Sao Paulo, Brasil.
Ella no sabía si lo habrían robado, o si habría escapado. De todas formas ofreció una recompensa de unos 1,000 dólares para quien pudiera darle algún dato de donde podría encontrar a su "perrhijo" tan amado.
Fue entonces cuando el prestar atención, (sin entrometerse en conversaciones ajenas), logró que el final de ésta historia acabara de la mejor forma. Doña Santa, que es bastante conocida en el barrio, estaba en ese mismo lugar oyendo como la mujer hablaba con otra sobre la búsqueda de su pequeño Thor y entonces se acercó y pidió para ver la fotografía en el celular de Nayara (que ella había divulgado desesperada por las redes sociales) y fue en ese momento que todos los que perdimos un animal sentimos como un momento de gloria absoluta... Doña Santa le dijo que Thor estaba con ella.
Doña Santa le contó a Nayara que encontró a Thor la noche del mismo 27, muy asustado y que para no asustarlo más, le ofreció comida y agua y cuando él entró más en confianza, lo hizo entrar a la casa y lo puso a dormir cerca de ella.
Desde esa parada de ómnibus ambas mujeres salieron rumbo a la casa de Doña Santa a buscar a Thor... Nayara no podía ni quería esperar un segundo más por reencontrar a su pequeño y Doña Santa comprendió su sentimiento y dejó para más tarde lo que tenía que hacer.
"Cuando ella me trajo a Thor yo me abalancé sobre el, lo abracé, lo besé, lo volví a abrazar mil veces y enseguida me paré tomé mi billetera y ya estaba sacando el dinero para pagarle la recompensa y fue en ese momento que ella puso su mano sobre la mía y me dijo "No es necesario yo solo hice lo que cualquier persona haría" y yo realmente me puse a llorar"
Conmovida por la situación, mirando a su alrededor Nayara se dio cuenta que Doña Santa atiende unos 50 animales abandonados y no pretendía irse de allí sin ayudar a quien le había devuelto lo más querido a sus manos sano y salvo.
Fue entonces que Nayara logró que Doña Santa aceptara un "regalo" para sus pequeños, ella compró alimento y varios artículos médicos y otros, necesarios para atender los 50 pequeñines que ella cariñosamente cuida y no le dio el dinero, sino que llenó la casa con regalos para los pequeños
"Esta señora se llama Santa, pero realmente es una Santa. Su actitud me ha conmovido hasta lo más profundo de mi corazón, porque aún en una situación precaria como ella vive, siendo anciana, jubilada, atender 50 vidas y tener muchas dificultades, aún así me dice que hizo lo que todo el mundo haría y se me llenan los ojos de lágrimas de tener que decirle que no... no es lo que todo el mundo haría... si mi Thor hubiese caído en otras manos, yo probablemente jamás hubiera podido volverlo a ver... él cayó en manos de una Santa y ésta mujer merece mi total gratitud hoy y en adelante"
Quizás fin de año sería un buen momento para meditar en todos los aprendizajes que a lo largo del año las personas mayores nos han dejado al respecto de como ven el mundo y cómo el mundo sería un mejor lugar, si actuáramos no tanto pensando en nosotros mismos y si en los demás.
Nuestros abuelos tienen mucho para enseñarnos y Doña Santa es uno de éstos abuelos que no solo tienen su historia, sino que a pesar de sus años, continúan brindándose de cuerpo y alma por hacer cosas buenas, como lo hace ésta noble señora, cuidando 50 inocentes de las terribles calles y el maltrato. No perdamos la esperanza nunca, porque podemos ser buenos, la cuestión es QUERER SERLO.