La desgraciada situación se extendió durante tres días en los cuales los dueños del animal nada hicieron por ayudarla. Más detalles en la nota
Realmente es imposible dar crédito hasta donde el ser humano puede ser indolente ante diversas situaciones de otros seres vivos y éste caso es uno de los más tristes reflejos.
Una yegua, tirada en una vivienda de la calle Gobernador Duval, Argentina estuvo al rayo del sol durante tres días sin recibir el más mínimo tratamiento, hasta que las personas de APAMI tomaron conocimiento del hecho, concurrieron al lugar para prestarle socorro e intentar salvar la vida de la yegua preñada y su potrillo lógicamente.
Fueron los vecinos los que pidieron la ayuda de la ONG ante no saber que hacer y ver como el pobre animal agonizaba sin que ninguno de sus dueños hiciera algo al respecto. Llegando al lugar se encontraron con una casa precaria en un predio en donde se elaboran ladrillos, la yegua estaba destinada a un sector que se llama el pisadero, donde éstos nobles animales trabajan de sol a sol cada día pisando el material para que luego los humanos los vendan y lucren con ello y ni siquiera así, reciben un poco de respeto por todo su trabajo.
La yegua estaba muy mal físicamente, su respiración era lenta y con dificultad y por declaraciones de los vecinos, los dueños no habían acercado ni comida ni agua al agonizante animal, simplemente lo dejaron allí como si de un residuo se tratara.
La yegua estaba muy mal físicamente, su respiración era lenta y con dificultad y por declaraciones de los vecinos, los dueños no habían acercado ni comida ni agua al agonizante animal, simplemente lo dejaron allí como si de un residuo se tratara.
"Desde hacía tres días está en esta situación, los vecinos nos dijeron que no tiene agua y que está al sol hace varios días. Estaba desesperada por agua. Cuando llegamos al ver que era un parto que ella no lograba resolver por si misma, se le aplicó la inyección para ayudarla en la parición" dijo Rita Soublé, presidente de APANI
Pero ya era tarde, la yegua estaba demasiado débil y el Domingo por la tarde empezó a agonizar y para evitar prolongar aún más su sufrimiento decidieron sacrificarla. Inmediatamente después, APANI realizaba la denuncia en la Policía, la cual concurrió al lugar y en vez de facilitar las cosas, le negaba dar a conocer el nombre del fiscal de turno a los denunciantes.
APANI solicitaba y con toda la razón, la intervención de un fiscal, ya que el maltrato animal en argentina es un delito penado por ley y lo que allí se había visto, había sido una lenta y agónica muerte de un animal al cual sus tutores no le dieron el mínimo cuidado ni atención médica cuando más lo necesito y por encima, la dejaron sin agua ni alimentos durante tres días, lo que ya roza en el sadismo.
Los animales tienen sus derechos protegidos por la Ley en Argentina y ningún desconocimiento de la misma, exime a los responsables de haber cometido tal atroz delito y deberán responder por todo éste terrible desastre que se habría evitado de haber tenido un poco al menos de compasión en el corazón, atributo que cada vez encontramos menos dentro de cada ser humano.
Si desea conocer más sobre las
manifestaciones en contra del maltrato hacia los animales, así como
movilizaciones por sus derechos puede dar clic aquí