Indicadores recientes están demostrando que la Tierra entró en el proceso, por sexta vez, de extinción en masa. Lee en la nota los detalles

Un nuevo estudio alerta. La tierra ya entro en su sexta extinción en masa y tenemos muy poco tiempo para intentar evitar consecuencias dramáticas.

En estimaciones conservadoras, La tasa de desaparición de vertebrados (mamíferos, reptiles, aves, anfibios y peces) es 114 veces más rápida que lo normal, según la investigación realizada por tres de las más prestigiosas universidades del mundo, Stamford, Princeton y Berkeley.

Si no fuese por nosotros, las especies vertebradas extintas en el último siglo, demorarían 800 y 10 mil años en desaparecer, pero el “apoyo” humano, logra que este período se reduzca dramáticamente.

Nuestra sociedad global comenzó a destruir especies de otras especies en tasas aceleradas, dando inicio a un episodio de extinción de masa sin paralelos en 65 MILLONES DE AÑOS dicen los investigadores

LA CULPA ES TODA NUESTRA

La última extinción en masa de animales, sucedió hace 65 millones de años, cuando los dinosaurios fueron barridos del planeta en que vivimos. Pero en ésta ocasión, ni siquiera está haciendo falta un meteorito… la culpa es pura y exclusivamente del SER HUMANO.

Pesca masiva, deforestación, especies invasivas introducidas por la acción humana y el dióxido de carbono, logran que los océanos se acidifiquen y la temperatura suba causando el colapso. Todo esto es obra humana...

La ironía es que nosotros mismos estamos entre las especies más amenazadas de extinguirnos. El estudio indica que los efectos de esta extinción de animales, impactará y mucho nuestra presencia en la Tierra.

Los beneficios de la biodiversidad, como la polinización y la purificación del agua, pueden desaparecer en tres generaciones, colocando a la especie humana en riesgo.

Nuestro ambiente es como un muro de ladrillos. Podemos retirar varios de ellos y el muro continuar de pie, pero llegará un momento en que la eliminación de un único ladrillo, logrará que todo el muro se desmorone. Esta es una analogía perfecta de lo que puede suceder si un día, la especie que se extinga es el ladrillo “clave”.

Las abejas hace años están amenazadas por toda la actividad intrusa del hombre y quien ha leído sobre el tema sabe que esos pequeños insectos logran que las plantas puedan cumplir un parte vital en su ciclo (polinización) y dar sus frutos, que nosotros necesitamos para comer. Logran diseminar el polen que muchas plantas necesitan para reproducirse y generar alimento. Las abejas podrían ser éste “ladrillo clave” que de colapsar, iniciará el colapso global porque por más avances tecnológicos que tengamos, ninguno de ellos ha sido capaz, y probablemente no lo será, de polinizar en los niveles que el humano necesita para sobrevivir en la Tierra.

Especies predadoras de otras, especies encargadas de purificar hábitats, un sinfín de ejemplos críticos podríamos citar aquí sobre el tema, para demostrar que cada “ladrillo” es de suma importancia, porque la NATURALEZA es SABIA y por algo hace que las cosas existan o no… y probablemente si no deponemos nuestra actitud de destrozarlo todo, usar hasta que no haya más, ensuciar y contaminar… probablemente sea la misma naturaleza la que decida que ahora la especie que deberá extinguirse en beneficio de las demás sea la Humana…

Aquí compartimos un breve pero interesante documental al respecto. No hay que asustarse, pero evidentemente corresponde a TODOS hacer nuestra parte para evitar que esto suceda.

Que podemos hacer al respecto? Compartir con la mayor cantidad de personas posibles el mensaje al respecto de la importancia de la preservación de los animales en el mundo, de que el tema va más allá de gustarnos o no gustarnos los animales, sino que ellos están aquí como nosotros porque lo merecen y para cumplir un fin naturalmente perfecto.

El solo abuso de animales salvajes para cumplir fines "turísticos", su abuso y caza por fines de "estatus" para obtener pieles y objetos de marfil por ejemplo, la compra de animales exóticos para tenerlos como mascotas, el consumo de productos cuyas empresas fabricantes utilizan animales en sus test de laboratorio, o que deforestan millones de hectareas de bosques anualmente, son todas actividades que cada uno de nosotros podemos hacer para evitar que todo esto suceda. Dejar de comprar en estas empresas, informarse más al respecto de los productos que compramos y entender el problema con la gravedad que tiene y no minimizarlo o pensar que las personas a cargo en cada país sabrán que hacer.

La destrucción, maltrato, abuso, explotación y muerte a la que los exponemos, podrá condenarnos como especie a también extinguirnos nosotros y las medidas deben ser tomadas ahora y no cuando sea tarde.

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