Con el corazón roto por la inhumanidad de ciertas personas, este niño nos da una luz de esperanza de que no todo está perdido. Comparte!

"Cuanto más conozco las personas, más admiro los animales" escribió un historiador y periodista portugués, llamado Alexandre Herculano, nacido en Lisboa en 1810. A pesar de ser una frase escrita hace bastante tiempo, nunca se volvió tan actual y presente en la sociedad moderna, donde muchas personas reconocen y combaten los malos tratos sobre diferentes animales y ecosistemas del planeta.

Este vídeo, con este acto noble nacido del corazón, llega a nosotros hoy, que estamos con el nuestro partido por la barbarie de Tordesillas, por el vil asesinato en pro de la "cultura" de unos miles de retrasados que se dicen primer mundo.

En este material podrás ver a un pequeño de apenas 3 años de edad, que nació y vive en Nepal, cuyo nombre es Adrian... él es un verdadero héroe... el arca límpida del alma humana en donde se puede preservar aún, la enorme cantidad de compasión perdida entre los adultos.

Adrian, con su inocencia y amor, salvó una cabra de ser sacrificada a la diosa hindú llamada Gadhimai en un sangriento ritual religioso que se llevaba adelante en la frontera de Nepal e India y que probablemente unido a los reclamos mundiales por la cancelación de esta aberración, la acción de Adrian, logró dar el golpe de gracia a esta aberrante práctica en nombre de la religión, la cual este año ha sido cancelada Y PARA SIEMPRE.

Templo de Gadhimai

Era la primera vez que Adrian iba al templo, e inmediatamente se estremeció por una cabra que encontró ocasionalmente (según comenta su familia). En el momento en que tomaron contacto entre ambos, Adrian se dio cuenta de que el animal sería degollado y se agarró a la cabra abrazándola, gritando y llorando mucho, pues sentía el destino cruel que su más nueva amiga tendría en tan solo unos días más.

Algunos adultos intentaron quitarle la cabra, lo que solo provocó que su desesperación aumentara.

Aquí el video de este noble hecho:

El final feliz de este hecho, es que por fin, todos tuvieron que conformarse en no sacrificar el pequeño animal, que acabó siendo llevado junto con Adrian a su casa en medio a las montañas en la frontera entre Nepal e India.

Otros con menos suerte que la pequeña cabra de Adrian, esperaban en silencio aún por la masacre en donde serían asesinados de las peores formas, con la excusa de agradar una deidad... pero este año no sería igual, este año gracias a Adrian y un trabajo de años de organizaciones animalistas, la masacre ya no sucedería.

Quizás, la decisión del lider del Templo, de aceptar la LÓGICA Y LA RACIONALIDAD de suspender este festival, es que probablemente y sin probablemente Gadhimai habló a través de Adrian diciendo lo que realmente pensaba de semejante "honor" que cada 5 años esos salvajes hacían en su nombre, derramando tanta cantidad de sangre sobre una tierra sagrada.

Es de no creer que una religión en la que uno de sus pilares fundamentales dice "La vida, en todas sus diferentes manifestaciones, es sagrada, por lo tanto es digna de ser respetada, amada y adorada, por lo tanto no acepta la matanza de animales ni el consumo de su carne, así como tampoco acepta el daño a ningún ser vivo a nivel de acción, palabra o pensamiento" considere que es necesario masacrar violentamente miles de animales de forma sangrienta por agradar una deidad... ES INCONCEBIBLE!

Por todo esto, la decisión de anular esta sangrienta práctica, se produce después de las negociaciones entre el Templo de Gadhimai y las organizaciones Animal Welfare Network Nepal y Humane Society International India, pero ciertamente un punto de no retorno, fue la viralización del video de Adrian, donde un Hindú, nacido y criado bajo ese sistema, DECIDIÓ a sus apenas 3 AÑOS que la vida del animal le dolía en el corazón y que no podía ser bueno algo que implicara matar un ser vivo para agradar a otro.

"Durante generaciones, los peregrinos han sacrificado los animales a la diosa Gadhimai, con la esperanza de una vida mejor. Ha llegado el momento de transformar una vieja tradición. Ha llegado el momento de sustituir la matanza y la violencia con el culto y la celebración pacífica". Con estas palabras anunciaba a fines de Julio, Ram Chandra Shah, en representación del Templo de Gadhimai en Nepal, la decisión de prohibir el sacrificio de animales en el Festival de Gadhimai, considerado el mayor sacrificio religioso de animales del mundo.

El grupo Igualdad Animal trabajó durante años recopilando información para denunciar internacionalmente la masacre insana que sucedía en aquel lugar. Utilizó cámaras escondidas y hasta drones, en donde hasta la última edición, fueron capturadas imágenes durísimas de violencia extrema a la que eran sometidos los animales, lo cual solo generaba aversión hacia la religión que esas personas pertenecían y sentimientos de racismo que no son para nada positivos en una sociedad como la de los días de hoy.

El acto y determinación de Adrian, un día como hoy, donde un inocente más ha muerto en Tordesillas, vilmente alanceado por cobardes insanos, nos hace recapacitar sobre el destino de nuestra raza y los porqué un ser humano puede ser tan grandioso o tan detestable, siendo que todos somos básicamente iguales...

Esto es la humanidad del siglo 21... mundo "desarrollado" ¿verdad?

Adrian y su familia se expusieron a un escarnio público, yendo en contra de una "tradición" milenaria de carácter religioso. Se expusieron a ser renegados de su religión, a ser tratados como demonios, a ser maldecidos, a ser rechazados de la sociedad en donde viven, por luchar por la vida de apenas UN animal.

A pesar de todo ello, Adrian en su inconsciencia CONSCIENTE lo ha hecho, y su familia no ha hecho más que hacer honor al hijo héroe que tienen en su seno, no reprimiéndolo, ni haciéndolo cambiar de opinión, sino apoyándolo y dándole un hogar a esa cabra que representó mucho más para el mundo, que tantos papeles y promesas firmadas por adultos que jamás se cumplen.

Así como el pequeño Adrian, es nuestro deseo que los adultos vuelvan a estar aptos para compartir el planeta con otras especies sin la necesidad de aniquilarlos. Que podamos convivir en el planeta de forma armónica, sin violencia, con racionalidad y solidaridad.

Anhelamos el día en que solo tengamos que publicar buenas noticias, actos de bondad, de amor sincero por los animales y que ya no tengamos que publicar injusticias, masacres y actos de incultura social que solo nos dejan como verdaderos cavernícolas delante de cualquiera que nos mirase y analizase a distancia. Porque aberraciones como las que vemos suceder en el mundo, nos hacen desear que no seamos la única vida del universo, porque hablaría muy mal de todo el universo...

Somos capaces de enviar sondas espaciales, de descifrar el genoma humano, de descifrar misterios insondables de nuestra evolución ¿y no somos capaces de parar de matar vilmente animales? Si somos capaces!! depende de si realmente queremos hacerlo.

Todos nacemos con compasión. Depende de cada uno no perderla sin importar las consecuencias.

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