Un grupo de biólogos marinos filmaron este incidente que tuvieron que solucionar a través de la extracción de un objeto extraño desde la nariz de una tortuga marina. Los científicos estaban en una misión de investigación en Costa Rica, cuando han percibido que esta tortuga tenía incrustada en su nariz, una pajilla de plástico de 12 centímetros (5 pulgadas) de largo, causándole dolor y problemas al respirar.
La científica Christine Figgener, bióloga participante de esta misión, filmó la secuencia de ocho minutos y la lucha de su equipo para aliviar la angustia de la tortuga
La tortuga se estremece y estornuda como en un intento de ayudar al equipo que estaba intentando remover el objeto con pinzas.
Escenas de desgarrar el corazón sobrevienen en la lucha del animal por sacarse el objeto de su cuerpo.
Si bien los biólogos por lógica no intervienen directamente en los medios naturales que estudian, justamente para evitar influir negativamente en los órdenes naturales de las cosas, en esta oportunidad, la intervención era inevitable.
Una de las biólogas presentes dijo " estábamos en el océano, a solo un par de horas de distancia de la costa y varias horas de distancia de cualquier equipo veterinario de Rayos X"
"Intentar salvarla, colocó hasta nuestros propios títulos profesionales en riesgo, ya que de haber muerto durante nuestra intervención, habríamos infringido los permisos de investigación que nos habían otorgado y probablemente se presentaran cargos en nuestra contra desde los entes gubernamentales responsables de la vida marina"
La tortuga estaba sangrando ligeramente y obviamente muy incómoda pero el alivio pronto llegaría.
La tortuga se estremece y estornuda como en un intento de ayudar al equipo que estaba intentando remover el objeto con pinzas.
Escenas de desgarrar el corazón sobrevienen en la lucha del animal por sacarse el objeto de su cuerpo.
Si bien los biólogos por lógica no intervienen directamente en los medios naturales que estudian, justamente para evitar influir negativamente en los órdenes naturales de las cosas, en esta oportunidad, la intervención era inevitable.
Una de las biólogas presentes dijo " estábamos en el océano, a solo un par de horas de distancia de la costa y varias horas de distancia de cualquier equipo veterinario de Rayos X"
"Intentar salvarla, colocó hasta nuestros propios títulos profesionales en riesgo, ya que de haber muerto durante nuestra intervención, habríamos infringido los permisos de investigación que nos habían otorgado y probablemente se presentaran cargos en nuestra contra desde los entes gubernamentales responsables de la vida marina"
La tortuga estaba sangrando ligeramente y obviamente muy incómoda pero el alivio pronto llegaría.
En un principio, el equipo creyó que el objeto extraño que obstruía las vías aéreas podía ser un gusano parásito, pero pronto pudieron ver que la pobre tortuga tenía en su nariz el fruto de la contaminación ambiental que el hombre sin ningún tipo de remordimiento arroja al medio ambiente.
La tortuga fue tratada también con desinfectante para evitar que las heridas producidas por la pajilla no se pusieran mal y luego fue liberada para, en la esperanza de los biólogos y de todos nosotros, vivir en libertad, saludable y confortable.
Hasta donde será capaz de llegar el hombre hasta el punto en que se de cuenta internamente que sus acciones causan efectos en masa y para nada positivos?
Cuando llegará el día en que las personas tomen conciencia de que hasta lo que parece más inofensivo de nuestras acciones, puede ser letal para otros seres que tienen el mismo derecho y hasta más derechos a este planeta, del cual el ser humano abusa, como si se tratara de algo que jamás puede acabarse.
Maltratar animales, también es contaminar su ambiente
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