Cada noche es agitada para el personal con síndrome de Down en el restaurante Girasoli en Roma, que sirve platos tradicionales de pizza y pasta junto con una nueva forma de ver la discapacidad en el lugar de trabajo.

Italia, Roma.- El restaurante de se estableció en un suburbio al sureste de la capital italiana por los padres de los niños con discapacidades, funciona igual que cualquier otro restaurante excepto que trece de sus dieciocho empleados son discapacitados.

Básicamente se trata de un restaurante normal, excepto los camareros son más agradables y originales

"Me encanta este sitio, la vigilancia, haciendo ponerme a disposición, estar en contacto con la gente", dijo Simone, de 24 años de edad, quien después de una pasantía remunerada de 600 horas, ahora tiene un contrato permanente con Girasoli (Sunflowers).

"Y sobre todo me encanta estar aquí", dijo.

Cuando un grupo de mujeres llegó al restaurante, Simone hábilmente les mostró a una mesa, dándoles unos menús en la mano.

"Escuchamos cosas buenas sobre él, así que quería venir", dijo una mujer, mientras que su amiga añadió: "Básicamente se trata de un restaurante normal, excepto los camareros son muy agradables."

Como él metido en un plato de pasta amatriciana, maestro de 64 años de edad, José dijo: "Cuando usted viene aquí por primera vez, usted tiene ciertas expectativas, pero se da cuenta rápidamente de que no hay necesidad de contar con ellos."

El restaurante fue creado en 2000 y está dirigido a ofrecer trabajo a las personas con síndrome de Down, un trastorno genético por lo general asociados con el retraso en el crecimiento físico y la discapacidad intelectual.

"Mis camareros hacen su trabajo y lo hacen muy bien", dijo el camarero jefe Ugo Menghini, quien no piensa que esten con alguna desventaja, alabando la eficacia y la rapidez de su personal.

"Si tuviera que poner mi propio negocio, no dudaría en volver, me gustaría contratar a personas con síndrome de Down."

Una gran victoria

Al igual que muchos negocios en Italia, en su momento el restaurante ha sido golpeado por la recesión y se vio obligado a cerrar sus puertas durante varios meses el año pasado para una reestructuración y renovación.

Ahora está siendo dirigido por Consorzio Sintesi, una asociación cooperativa social que se especializa en dar puestos de trabajo a personas con discapacidad y también gestiona tres centros de llamadas para el operador de telefonía móvil italiano Wind.

"El Estado empuja a la asistencia pero preferimos la formación profesional. Todo aquí es autofinanciado, sin subsidios del Estado," dijo Enzo Rimicci, el jefe de la asociación, a AFP.

"Cada empleado aquí se las arregla para encontrar su lugar en base a sus habilidades", dijo Rimicci, explicando, por ejemplo, cómo un miembro del personal, Marco, era demasiado tímido para trabajar con los clientes, pero resultó ser "una máquina real" en la cocina.

"Visto de cerca, nadie es normal.", Dijo, repitiendo un viejo proverbio romano que le gusta.

La formación del restaurante es riguroso y de los 13 empleados con síndrome de Down, nueve son interinos.

Cuando Girasoli está cerrada por la mañana, otro equipo entra para hacer galletas y pasteles para los clientes de la noche.

Anna, una camarera de 22 años de edad, entró incluso en su noche libre para cenar con sus padres.

"Para nosotros y para ella es una gran victoria", dijo su padre, Carlo, al describir la transformación de su hija desde que comenzó a trabajar.

"Nuestra hija ha ganado autonomía. Cuando ella llega a casa del trabajo, ella es feliz, orgullosa de lo que ha hecho ", dijo, y agregó que Anna también había hecho progresos "en la forma de relacionarse con otras personas, en su lenguaje ".

Otra señal del éxito del restaurante es que otro local está en camino.

Se espera una nueva para abrir pronto en Palermo en Sicilia y Rimicci dijo que había incluso planes para convertir la idea en una franquicia y crear muchos más puntos de venta.