La gatita sobrevivió dos veces a la cámara de gas. En la segunda ocasión, ya estaba en la bolsa negra en la cual envuelven a los animales.
Andrea es una gata callejera que padeció los rigores de la ley del estado norteamericano de Utah, donde vive. Allí las autoridades capturan a los animales que deambulan sin dueño y sacrifica a los que no son reclamados en un plazo de 30 días. Es lo que le pasó a esta gatita que no pudo escapar a la condena capital ya que nadie pidió por ella.
Y ahí vino lo milagroso. Dos veces sobrevivió Andrea a la cámara de gas. En la segunda ocasión, ya estaba en la bolsa negra en la cual envuelven a los inocentes animales antes de la cremación, cuando los empleados de la municipalidad de West Valley City se dieron cuenta de que, aunque hipotérmica y con náuseas, estaba vivita y coleando.
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Apareció entonces una merecida solución de acuerdo a la negativa de Andrea de ser asesinada. Janita Coombs, una voluntaria de Salt Lake City, se ofreció a adoptar a Andrea, que hoy vive feliz y mimada y con 5 vidas más por delante.
“Es una gata más bien robusta, con muchas ganas de vivir”, dijo su nueva dueña, como si hiciera falta aclararlo. Al parecer, el animalito será objeto de estudio, ya que las autoridades quieren saber cómo hizo para sobrevivir a dos cámaras de gas.
Esperamos que el estudio lo realicen para aprender cosas beneficiosas y no para "mejorar" sus tácticas eutanásicas.
Por sobre todas las cosas y a pesar del título de éste artículo hacer referencia a un dicho popular sobre las 7 vidas de un gato, mito por sobre todas las cosas, jamás se debe "probar" si el dicho popular es cierto y la vida de los animales se debe proteger siempre.