Un empleado de correos de Nueva Zelanda ha sido registrado por un conmovido hombre que quiso registrar una escena poco común y muy dulce que debería ser todo un ejemplo

Y decimos dulce, porque es casi un pensamiento mundial el creer que los carteros y los perros no se llevan nada bien ineludiblemente, o creer que todo cartero le teme a los perros, o que los perros detestan los carteros.

Pero en éste caso, algo totalmente diferente fue visto. Mientras éste cartero tomaba un descanso, no dejó de acercarse a acariciar un expectante perro que quien hubiera visto la escena un par de segundos antes de verlo llegar, habría pensado prejuiciosamente que, el perro lo estaba esperando para saltarle encima y atacar al cartero que se aproximaba.

Pero Michael Collins, el papá humano del perro que aparece en el vídeo, no era la primera vez que veía la candidez con la que el funcionario trataba a su perro y quiso filmarlo para mostrarle al mundo el buen trabajo que ese cartero hace y además, siendo amable con los animales de los vecinos de la ciudad.

Solo basta ver la reacción del pequeño para darnos cuenta de que esa “amistad” tiene lo menos algún tiempo de existir… apenas ver la cola del perro y la confianza con la que se tratan para imaginar que eso siempre fue así y que ahora por suerte, estaba siendo reconocido en los medios.

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Ese “pequeño” gesto de afecto del perro por el cartero, se hace más importante aún cuando justamente el pequeño perro es tan mal comprendido por las personas que lo conocen que le han hecho una fama muy mala como "agresivo y ladrador".

“El es visto como un perro gruñón, inaccesible salvo por mí, pero éste hombre que no se su nombre siempre hace un esfuerzo por detenerse y bajar de su bicicleta para darle un abrazo y cariño”

Y como te decíamos, esto no es una cosa de un día. Collins dice que el cartero, que no sabe su nombre, se ha estado deteniendo en su casa todos los días para pasar esos minutos con su perro, inclusive si no tiene cartas para dejar a nombre de Collins y eso lo hace un gesto aún más merecedor de toda la difusión que tiene hoy.

¿Quién dijo que los trabajadores postales y los perros no pueden ser amigos?

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