Éste es el momento victorioso en que un pequeño cachorro fue librado de un tubo de escape donde se había escondido. No dejes de ver el increíble rescate aquí!

Sin tener idea de cómo se metió en ese lugar, un pequeño cachorrito de no más de 3 meses de edad, probablemente asustado con algo, acabó atorado en un caño de escape de un automóvil y la población al no poder retirarlo por si mismos pidieron ayuda a las autoridades que, en buena hora acudieron rápidamente.

El hecho sucedió en Tailandia (de donde muchas veces no nos llegan tan buenas noticias de animales porque realmente lo pasan muy mal).

Allí estaba el pequeñito, con su cabeza saliendo de la parte más estrecha del tubo, totalmente atorado y ya con problemas para respirar.

Uno de los rescatistas entonces toma el tubo, mientras su compañero maneja la herramienta de corte industrial para intentar abrir el tubo y ensancharlo para permitir la salida del pequeño sin herirlo.

Mientras tanto iban haciéndole caricias para que se calmara, pero para decir la verdad, todos parecían muy preocupados, menos el pequeño, a pesar que estaba algo jadeante.

Ellos cortaron a lo largo el caño de escape y dejaron para el final la parte más fina que era justamente donde tenía más atorada su cabeza.

Una herramienta utilizada en los accidentes automovilísticos para abrir los metales y extraer las víctimas, fue la utilizada para liberar al pequeño. Todo el equipo fue muy cuidadoso con el cachorrito para evitar de hacerle daño con la tijera industrial.

La escena prosigue más tarde con el trozo más amplio de caño ya ensanchado, pero la cabeza del pequeñín, aún atorada en el exhaustor.

Uno de los rescatistas intentó empujar hacia atrás al pequeño, presionando su hocico y el pequeñito tan valiente, jamás se quejó, solo cerró los ojos porque obviamente salir de allí no era algo muy grato, pero era la forma de intentarlo.

Como no lo lograban, entonces apelaron a la vieja usanza. Enjabonaron su cabeza y cuello con jabón de forma de lubricar sus pelos y facilitar la salida.

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El equipo entonces lo vuelve a empujar hacia atrás y en un momento aplican un poco más de fuerza y listo! El pequeñito se desliza al fin libre de semejante agonía!

Un gran grupo de personas se reunió en el lugar para presenciar el rescate y una vez finalizado, los rescatistas bañaron al pequeñito quitándole todos los restos de jabón y revisándolo que se encontrara sin heridas.

Cariños mediante, se lo devolvieron a su dueño que se encontraba entre las personas que presenciaban el rescate.

En buena hora este pequeñito tenía un hogar, porque en Tailandia las cosas están muy gaves para los animales sin familia. Estiman la existencia de unos 300,000 en ésta situación tan solo en Bangkok y lo peor, es que muchos de ellos, que al no tener familia son tratados peor que una bolsa de residuos, acaban siendo vendidos para el cruel mercado de carne de perro de China y Vietnam.

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