La inesperada acción reflexiva de un veterinario ha provocado cientos de respuestas emocionales de amantes de los animales en todo el mundo.

Un veterinario compasivo, que acompañó junto a la familia el duro tratamiento contra una enfermedad que el perro de la familia atravesó y para la que no se pudo encontrar un remedio, tuvo que aplicar como último recurso la eutanasia y el caso no le fue indiferente (como a muchos veterinarios).

A diferencia de muchos de sus colegas, el caso tocó sus fibras más íntimas por la lucha tanto del perro como de su familia, la voluntad de todos de lograrlo y la tristeza eterna de no poderlo hacer. El, hizo médicamente todo lo posible para su curación, pero ante la realidad y el dolor que el pequeño ya sentía, no quedó más que amortiguar el dolor del animal y de su familia que sintieron por la partida del ser querido.

Una vez que todo terminó, el envío un poema firmado con la impresión de la pata del amado perro a la familia, con palabras salidas de su corazón para intentar confortar aquella familia que estaba con el corazón partido por la reciente pérdida. El regalo conmovedor, tuvo claramente el impacto deseado y los dueños del perro fallecido, publicaron una fotografía de la carta que recibieron en la red social, Reddit.

El usuario, what-fun-that-was, que se cree que es de Estados Unidos, ha publicado en el sitio diciendo: "El veterinario nos envió esto después de tener que poner nuestro hijo de 10 años de edad a dormir".

El poema dice:

La marea se aleja, pero deja brillantes conchas en la arena

Se va el sol, pero el suave calor aún perdura en la tierra.

La música se detiene, pero aún hace eco los estribillos más dulces del sentimiento.

Por cada alegría que pasó, algo hermoso queda.

Esta noble acción ha atraído ya a más de mil comentarios emocionales de los amantes de los animales. Muchos usuarios comentaron que esta historia había tocado las fibras más sensibles de su corazón.

Mirando éstas acciones vemos cuan sencillo es poder ser compasivo y empático con el dolor ajeno, pensamos en cuan diferente sería la realidad de los animales si más profesionales vivieran su profesión de una forma global, abarcando no solamente las técnicas, sino que pongan el corazón a trabajar.

Para los que hemos experimentado el agudo sentimiento de dolor cuando un miembro de nuestra familia se va, sabemos que no hay consuelo suficiente, sin embargo, hay formas de menguar ese dolor a veces de la forma menos esperada.

Ojalá, más veterinarios tuvieran esa sensibilidad y respeto por el dolor de sus clientes y compartieran el dolor de una familia ante la terrible decisión a tomar delante de una enfermedad incurable que le provoca dolor a uno de los seres que más amamos en el mundo.

Ojalá muchos más veterinarios en el mundo estudiaran con la mente pero trabajaran con el corazón y evitaran tratar éste tipo de temas como "procedimientos" porque ellos, allí en sus manos, tienen quizás el miembro más importante de una familia... el que no habla, pero que no necesita hacerlo para ser el depositario del amor de muchas personas y tiene, al igual que un humano, el derecho a la vida, al respeto y a la dignidad.

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