¿Irresponsabilidad o experiencia? Una familia vive con siete tigres en su casa y aseguran que no son peligrosos. Las personas dejan que los animales vivan en su casa, naden en su piscina e incluso que su nieta dé paseos en sus espaldas.

BRASIL.- Ary Borges es un brasileño amante de los felinos y quiere construir unparque ecológico en su casa en Maringa, cerca de San Pablo. Además, este hombre se niega a aceptar que estar tan cerca de los tigres sea peligroso, e insiste en que si se los trata con respeto, ellos responden bien.

Borges rescató a dos tigres de un circo hace ocho años y construyó un santuario en su jardín antes de iniciar un programa de cría. Pero se vio obligado a terminar su proyecto cuando las autoridades se dieron cuenta de que estaba criando estos grandes mininos sin un permiso.

El hombre, dijo que nunca se preocupó por que sus hijas vivan junto a estos animales. "Tienes que demostrar respeto y amor, y ellos te lo devuelven", indicó.

Él y sus hijas Nayara de 20 años, Uyara de 23 y Deusanira, de 24, caminan junto a los tigres y los alimentan con carne directamente en la boca. Incluso les permiten que estén en la cocina durante la hora de comer y los dejan que se relajen en familia en la sala de la casa.

Increíblemente, Uraya (que también es entrenadora de perros), está feliz de que su pequeña hija Rayara interactúe con los gigantes depredadores sin precauciones mínimas de seguridad.

"A Rayara le encanta jugar con los tigres, ve a mi padre interactuar con ellos y se vuelve loca. Es algo seguro. Nunca la hubiera expuesto a una situación peligrosa. Todos los días desde que nacieron hemos cuidado de ellos y los hemos alimentado, por lo cual sus instintos se han vuelto inactivos. Son parte de la familia. No puedo imaginar la vida sin ellos", sostuvo el hombre.

Por su parte, Nayara toma regularmente baños con el tigre llamado Tom. "Nado con él tres veces por semana para ayudarlo a mantenerse en forma", contó. A pesar de no tener formación en el manejo de animales, Borges comenzó a criar tigres en su propiedad para garantizar su supervivencia.

El hombre tenía la esperanza de aumentar su número para contrarrestar la destrucción mundial de la especie, y un día poder liberar a los tigres en cautiverio y devolverlos a su hábitat natural. Pero fue obligado a suspender su programa de cría, después de que funcionarios oficiales le dijeron que necesitaba un permiso.

Actualmente, Borges tiene planes de abrir un parque ecológico de 40 hectáreas en Maringa, donde sus animales puedan vagar libremente. Pero no todos en la familia están felices de estar tan cerca de estos carnívoros letales.

El hombre espera obtener el permiso necesario para construir su parque y mientras tanto, desea educar a la gente sobre la situación de los tigres. "Hoy son más valiosos muertos que vivos. Las garras se utilizan para hacer amuletos de la suerte, el pene es usado como un afrodisíaco y en China hacen vino con los huesos", explicó.

"Quiero ser dueño de un parque ecológico que se centre en mejorar la vida de estos animales por los cuales tengo una debilidad", aseguró.

Vía jornalciencia

"Mas allá de la buena voluntad por ayudar a los tigres, bajo ningún punto de vista, por más amor y dedicación que se les tenga a los animales, la convivencia en el hogar con este tipo de animales es un buen ejemplo, porque los tigres serán siempre "tigres" carnívoros con un instinto salvaje y no dejaran de serlo, por esa razón no pueden ser tratados como animales domésticos dentro de un hogar con niños. Sin embargo también esta el otro lado y es que para animales rescatados del maltrato, que no pueden volver a su hábitat, el tener un refugio con las mejores condiciones posibles para su vida y con seguridad para ellos tanto como para humanos es necesario".