[LECCIÓN DE VIDA] Perro ayuda de la manera menos esperada al hombre que usaba la más estruendosa pirotecnia


Un hombre egoísta que sin importarle los animales se dedicó a reventar los más estruendosos petardos tuvo un accidente y al final gracias a una de sus víctimas caninas hoy puede recuperarse. 


Cada año en diversas festividades, ya se a fin de año o alguna celebración como el día de la independencia, miles de sujetos se dedican a usar pirotecnia, sin importarles los ancianos, enfermos y los animales domésticos, ellos sólo quieren divertirse.


Pero esa diversión a veces puede costar caro, más si no se hacen caso a las cientos de advertencias contra el uso de aparatos pirotécnicos. Fue así que un sujeto tendría la lección más dolorosa de su vida por su egoísmo a  la hora de celebrar.


Cheri Steiger es una enfermera de Chicago y normalmente trabaja en el turno de noche así que duerme de día, pero la víspera del 4 de julio, día de la independencia de los Estados Unidos, ella dormía alrededor de las 3:30 pm, cuando oyó una gran explosión y un grito.

Cuanto averiguó que es lo que había pasado se enteró que Rafat Shejaeya, un barbero de la zona había estado reventando los fuegos artificiales poniendo nerviosos a los animales, había sufrido un accidente y que había perdido parte de la mano.


Él había estado manipulando los petardos más peligrosos (los que hacen más ruido) y que en su mayoría son de origen clandestino sin ninguna autorización o medida de seguridad.



Cheri tiene un perro y siempre lo deja salir al patio, pero esta vez, su amado hijo canino volvió a casa con algo en la boca que la dejó más que sorprendida.



Ella no podía creerlo, era la otra parte de la mano del hombre accidentado unas horas antes y fue encontrado a unos 80 metros de su casa.


Sin tiempo que perder, llamó a las autoridades quienes se hicieron presente y llevaron la parte de la mano que faltaba al Hospital Lutheran General donde está internado.


El cuerpo de bomberos de Chicago dice que el hombre de 39 años de edad, fue herido por un petardo equivalente a medio cartucho de dinamita y por eso la gravedad de su lesión, aunque ahora podrán intentar reimplantar la parte que encontró el perrito.


Aún no se sabe si Rafat podrá tener pleno uso de sus facultades motrices en esa mano nuevamente, aunque lo más posible es que le queden secuelas para toda la vida.

Como ven, al final el hombre egoísta que sólo le importó divertirse a costa de los demás con los más estruendosos petardos sin importarle el severo daño que le causaba a todos los animales del vecindario, terminó siendo ayudado de una manera increíble por uno de ellos.

Ahora desde su cama en el hospital, él ha hecho un llamado a las demás personas para que sepan del peligro que corren al usar pirotecnia. 


Moraleja: No hagas con los demás lo que no quieres que hagan contigo porque el día de mañana tu mismo puedes necesitar la ayuda de ese ser al que no te importo lastimar. 

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