Decir adiós nunca es fácil, especialmente durante esos últimos momentos preciosos de la vida en que anhelas decirles a las personas (y a los animales) que te importan y cuánto significaron para ti.

Peter Robson y su querido perrihijo, Shep, han sido inseparables durante los últimos ocho años, hasta que una enfermedad terminal hizo que Peter fuera admitido en el hospital. Desde entonces, pasaron semanas desde que los dos se vieron por última vez.

Lamentablemente, Peter fue diagnosticado en enero de 2015 con una forma progresiva de enfermedad pulmonar y le dieron de 3 a 5 años de vida. Durante las últimas semanas, el hombre de 70 años ha estado postrado en cama y con oxígeno. Pensó que nunca volvería a ver a su perro. Cuando la familia fue informada de que Robson había empeorado, preguntaron qué podían hacer por él.

El convaleciente hombre sólo tenía una petición: ver a su mejor amigo, Shep, por última vez. La familia trabajó con el personal del hospital Ninewells Hospital en Dundee, Escocia, para cumplir su último deseo. Una vez que se fijó el día para que Shep llegara, la familia le informó a Peter, y él comenzó a llorar emocionado.

Ashley Stevens, nieta de Peter, filmó el momento en que él y Shep se reunieron. Cuando Shep dobló la esquina y entró en la habitación, el abuelo se derrumbó. Todo el mundo en la habitación se puso a llorar. Peter se quitó la máscara de oxígeno para poder besar a Shep y él lo lamió a cambio. La reunión duró unos 30 minutos y fue resumida en una palabra por Ashley: "increíble".

Ella posteó en Facebook, "Absolutamente asombrada y conmovida hoy desde el hospital Ninewells del NHS. El último deseo de nuestro abuelo fue ver a su perro una vez más. Todavía en shock de que el deseo fue concedido, y ellos fueron más allá hoy e hicieron a un hombre moribundo muy feliz. Cheryl Whyte, enfermera a cargo del Pabellón 3, eres absolutamente un ángel, y todos estamos eternamente agradecidos. No sabes lo que esto significa para nuestro abuelo".

El post incluía el dulce momento capturado en video que mostramos a continuación.

Shep llegó a la vida de Peter por su familia después de la muerte de su esposa. El noble perrito trajo tanta alegría y felicidad a Peter, que la familia estaba muy agradecida que pudo despedirse.

Una vez cumplido su último deseo de amor, Peter falleció pocas horas después de la reunión, rodeado de su familia. Ahora Shep va a vivir con el único hijo del anciano, también llamado Peter.

A pesar de todas las lágrimas derramadas por la partida de Peter, Ashley solo tiene recuerdos felices de su amado abuelo. "Siempre se reía y bromeaba, siempre tenía una sonrisa en la cara. Y hasta el final, así es como se quedó".

Muchos subestiman el lazo que se forma entre un perro y su dueño; sin embargo, para quienes tenemos el privilegio de tener un miembro canino en nuestra familia, podemos asegurar que realmente son una bendición para nuestro hogar y nuestras vidas.

Comparte esta emotiva historia y ayuda a que más personas puedan tomar conciencia de lo importante que es el respeto a la vida de los animales, así como también la adopción de un amigo sin hogar.