¿Cómo se podría distinguir entre los malos tratos y un simple accidente sin que siquiera se tenga un testigo (que hable) de lo que sucedió?

Para ayudar, a los veterinarios sobre los indicios inequívocos de una agresión y poder diferenciarla de un accidente, un grupo investigadores de la Cummings School of Veterinary, de la Universidad de Tufts, junto a la ASPCA analizaron varios casos criminales de abuso de animales (efectivamente comprobados) tanto de perros como de gatos, para ayudar a definir qué tipo de heridas deben dar el alerta inmediata a los veterinarios que reciban un caso de éste tipo, y saber cuándo deben denunciar y cuando no.

El trabajo será publicado en Setiembre de 2016, en la revista científica “Journal of Forensic Sciences” y pretende ofrecer pistas y una guía para que los médicos veterinarios estén mejor preparados para detectar casos de abuso en animales de compañía, una problemática que ha sido indicada por la comunidad médico- veterinaria, como un tema urgente, desde que existe aún la necesidad de crear una guía de buenas prácticas, para identificar los comportamientos sospechosos de un maltratador y prevenir que los animales no acaben destrozados necesitando atención veterinaria, que muchas veces no llega a tiempo

De acuerdo con los autores del estudio, en lo que se relaciona a los casos NO ACCIDENTALES, es decir, en los que hay abuso, la causa de la consulta veterinaria explicada por la persona que lleva el animal, raramente se corresponde con la verdad y la mayoría de las veces en que se recibe un animal con lesiones óseas, los dueños en su mayoría alegan un accidente involucrando automóviles.

Para extraer una conclusión en esos casos, los investigadores compararon datos de 50 casos de abusos animales (comprobados y juzgados), contra una muestra de 426 casos de accidentes con vehículos (también documentados como tales). “Nuestro estudio descubrió que las lesiones NO ACCIDENTALES y los accidentes con vehículos, causan estándares DIFERENTES de lesiones a nivel óseo y de los tejidos blandos” dice Nida Intarapanich, una de las autoras del estudio.

En los casos de los animales que sufrieron abuso, las lesiones más comunes son: costillas rotas, fracturas dentales y daño en la mandíbula.

Por otra parte, los animales que sufren un accidente con vehículos, tienden a presentar lesiones con abrasión de la piel, colapsos pulmonares, hematomas y lesiones principalmente en las patas traseras. Además de esto, el estudio sugiere que, frecuentemente en los casos de abuso animal, las fracturas óseas son de ambos lados del cuerpo.

Mientras que en los casos de accidentes, las fracturas suelen darse en uno de los lados apenas.

Así como sucede también con personas víctimas de violencia doméstica, los animales que sufrieron maltrato, guardan cicatrices en su cuerpo, lo que puede ayudar a identificar un cuadro de maltrato previo, que nos oriente a pensar que lo que tenemos delante, se debe al maltrato y no a un accidente, a pesar que la persona que trae el animal a consulta insista en mantener la tesis de "accidente".

Un importante material para veterinarios que de verdad se preocupan con el bienestar de los animales, porque muchos, solamente dan la consulta y no se involucran en absoluto con los animales, ni siquiera interesándose por saber cómo son tratados.

Éste material es principalmente, para aquellos profesionales de medicina veterinaria que han estudiado y trabajan por VOCACIÓN buscando además de sanarlos, PROTEGERLOS, pero también será de mucha utilidad para rescatistas.

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