En un mundo donde la tragedia puede ocurrir en cualquier instante, es tranquilizador saber que los héroes se encuentran entre nosotros.

Y podemos preguntarles de ello a Sara Melnicoff y a su abuelita canina Carli. A principios de éste mes, mientras estaban en su paseo diario por la rivera de un río cerca de su casa en Utah, Estados Unidos, Sara casi pierde para siempre a Carli…

Las últimas lluvias y el deshielo de primavera, han provocado que el río tenga un caudal mayor que normalmente, por lo que cuando Carli se aventuró hacia la orilla para beber un poco de agua como de costumbre, ella perdió el equilibrio, cayó y fue arrastrada por la corriente.

Sara comenzó a gritar desesperada. Ella corría por la orilla pidiéndole a Carli nadar con todas sus fuerzas y mantenerse a flote, pero ella, sumada su edad, y lo que había jugado antes de beber agua, la tenían muy agotada.

“Creí que se me iba a morir mi dulce abuela. Pero en ese momento, de la nada, surge éste hombre corriendo hacia mí. El vio lo que estaba pasando y de inmediato saltó a la acción. Sin vacilar un momento, se quitó casi toda su ropa, quedó en ropa interior y se lanzó al río”

El río estaba muy peligroso, el luchó con la corriente arriesgando su propia vida para salvar a Carli, la perra de una mujer que él no conocía, y sus heroicos esfuerzos dieron frutos”

“El llegó hasta Carli que casi estaba a punto de sumergirse, la tomó en brazos y nadó con fuerza hacia la orilla y me la trajo de regreso” dijo con lágrimas en los ojos.

Afortunadamente, Carli tuvo un día “intenso”, pero salió ilesa de toda la situación. Sara al recibir a Carli del muchacho, no demoró un segundo en abrazarlo y agradecerle una y otra vez por lo que había hecho.

“Entonces le pregunté su nombre, me dijo que se llamaba Bobby L’ Heureux”

No podía ser diferente… Bobby era fundador de un rescate de animales llamado Big Hearts Big Hands, en Colorado y cuando la prensa buscó el contacto con él, no se encontraba disponible para comentar ésta historia.

Aún así, a pesar de que nos gustaría saber su lado de la historia, sabiendo como es el corazón de los voluntarios de rescate animal de todo el mundo, probablemente él diga “es lo que cualquiera hubiera hecho” pero nosotros le decimos que no, no es cualquiera que lo hubiera hecho, solamente las personas bendecidas con un corazón de oro son capaces de semejante obra de entrega por salvar una vida.

No dejes de visitar el sitio web del grupo de rescate de Bobby Big Heart Big Hands AQUI

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