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La comisión de derechos humanos del estado de Yucatán (Codhey) y la prefectura del municipio de Izamal suspendieron el tradicional festival maya celebrado hace 100 años y conocido como Kots Kaal Pato, debido a crueldad contra los animales.

La decisión ocurrió luego de una reunión entre el prefecto Warnel May Escobar y el defensor estatal Enrique Goff Ailloud, donde ambos acordaron acciones de promoción de la cultura de paz, así como la valorización de los usos y costumbres en la comunidad de Citilcum del municipio de Izamal.

Las festividades de Kots Kaal Pato, cuyo significado es "golpear el pato" en maya, venía siendo realizada en el mes de abril hace 100 años y se utilizaban animales colgados, degollados y golpeados dentro de piñatas hasta que ellos murieran.

Goff Aillou especificó que se busca crear una conciencia en la población sobre el respeto a sus semejantes, así como una cultura de paz a través de diversas acciones que permitan la celebración de las fiestas tradicionales sin estos actos de violencia. El defensor aclaró "no queremos que las niñas y niños vean actos de violencia como algo para celebrarse o como parte de una tradición"

La mayoría de los animales utilizados en éste "festival" eran iguanas, pero también eran utilizadas zarigueyas, marsupiales en peligro de extinción que inclusive están protegidos en diversos países.

Los animales, eran condenados a muerte, pues aquellos que sobreviven a los golpes, son lanzados de un lado a otro por la multitud y destrozados y pisoteados (en nombre de una tradición o para agradar un ser "superior").

Los patos, aparecen al final de la "celebración", sus patas son amarradas en una estructura de madera, mientras los participantes saltan y toman los patos por su cabeza, arrancándosela con sus propias manos. Durante ésta aberración, que puede durar algunos minutos, una lluvia de sangre es vista que moja a todos los participantes.

Realmente celebramos que ésta barbarie acabara y celebramos el buen sentido común de las autoridades en darse cuenta que éste tipo de cosas, no son ni patrimonio, ni cultura, ni tradición, ni religión, son simplemente HORRORES ABERRANTES que nunca más deberán ser permitidos.

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