[NO TE LA PIERDAS] La emocionante historia de una heroica PitBull llamada Lilly


Lilly, la Pitbull de dulces ojos, tocó el corazón de miles y desencadenó una serie de acontecimientos capaces de cambiar una vida. ¿Te animas a conocer su historia?


David no pensaba en adoptar otro animal cuando visito Animal Rescue League of Boston hace ya algún tiempo atrás en 2009. En su acogedor departamento en la parte Este de la ciudad, no cabía nada más que Penny, su hija de cuatro patas, pero el creyó que a pesar de no tener más espacio, si podía hacerse un espacio para hacer voluntariado y ayudar animales en necesidad, al menos sacándolos a pasear y darles cariño, porque siempre hay algo que se puede hacer...



Al hacer la visita al lugar, David, que es Policía y tenía 25 años de edad en aquel momento, vio una dulce PitBull castaña, de cinco años llamada Lilly, en un canil, en la parte de atrás del refugio y se arrodilló para decirle "Hola"... "Ella tenía unos ojos hermosos" recuerda David.

Cuando se aproximó para hacerle "fiesta" ella apretó su cuello contra los barrotes y David notó algunas cicatrices en su cabeza y se preguntó quizás si habría sufrido malos tratos (probablemente). "Ella quería apenas un poco de afecto y mimos que el intentó ofrecerle a través de los barrotes de su canil, pero algo en ella lo afectó profundamente y lo hizo detestar tener que dejarla allí.


Fue entonces cuando pensó en su madre, Christine Spain, que a su manera, estaba tan presa como Lilly, por cosas que no controlaba y con igual necesidad de alguien a quien amar...Christine se debatía en aquel entonces contra el alcoholismo y la enfermedad mental durante toda su vida adulta.

Como consecuencia, ella perdió todo, hasta sus hijos... David y una hermana se fueron a vivir con sus abuelos cuando apenas tenían 6 y 5 años, pero nunca desistió de su madre. El recorría 80 kilómetros en su bicicleta hasta la ciudad vecina para visitar a su madre.


Los momentos de afecto que ambos compartían, lo hacían olvidar que a veces al llegar, él la había encontrado inconsciente en el suelo, en medio a un mar de latas de cerveza vacías.

Pero eso era el pasado. El sentía una mezcla de orgullo y alivio por saber que ella se había mantenido sobria por más de dos años, pero aún así, la ansiedad y la depresión la impedían de salir y conocer nuevas personas y David pensó que tener un perro a su cargo, le daría una razón para salir y socializar.


Y su madre, sería un salvavidas para Lilly, quien se encontraba sola en aquel canil, pidiendo apenas un poco de cariño para dar todo su amor. David llevó a su madre Christine a conocer a Lilly la semana siguiente y ella se ligó tanto a la pequeña que ya no pudieron salir del lugar sin pedir adoptarla. Entonces, Lilly se unió a la familia.

En sus días libres, Lilly se quedaba con David y Penny, su nueva mejor amiga además de Christine, pero la mayor parte del tiempo vivía con la madre de David en la vieja casa familiar enfrente a la estación de trenes de Shirley, ciudad de Nueva Inglaterra, Massachusetts y David comprobaría que él estaba en lo correcto en todo lo que había pensado... Ellas se hacían un enorme bien mutuamente! 


Dedicada a cuidar de Lilly, Christine la llevaba a todas partes, le preparaba platos especiales y dormía con ella cada noche. Salió de su caparazón conversando más con las personas con las que se cruzaba mientras paseaba a Lilly. Todo parecía al fin de cuentas, PERFECTO.

Fue en Mayo de 2012 que David comenzaba su turno de media noche, haciendo guardia en un barrio complicado de la ciudad. Durante los 6 años que llevaba trabajando había visto de todo y pensaba que nada podía ya sacarlo de su centro, hasta que recibió un mensaje de texto enviado por un amigo paramédico que se desempeñaba en Shirley (a 80 kilómetros de distancia) que decía: "Tu madre ha sido atropellada por un tren. Ella no está herida de gravedad, pero el perro que iba con ella no tuvo tanta suerte, parece que perdió toda una pata"


De inmediato se comunicó con la Policía del lugar y tuvo los pormenores de lo que había sucedido. Un tren de mercancías pasaba por la Estación de Shirley (enfrente de la casa de su madre), cuando el maquinista vio una mujer en las vías, demasiado sobre ellas, con un perro castaño a su lado, vio como el perro intentaba moverla frenéticamente desde donde ella estaba parada inmóvil. El maquinista accionó los frenos y un momento antes de que el tren parase, sintió un estruendo. Cuando se detuvo, se bajó con prisa y corrió temeroso esperando encontrar dos cuerpos, pero Lilly había logrado retirar a Christine de las vías apenas a tiempo de salvarle la vida. Aún incoherente por causa del alcohol, Christine fue detenida por la Policía y Lilly sería transportada de urgencia al veterinario.

David dejó su turno y corrió a Shirley, tratando de contener el llanto y sintiéndose furioso con su madre por embriagarse de nuevo y al mismo tiempo, atormentándose por haberla dejado adoptar a Lilly.

Cuando el llegó, encontró a Lilly aún en la camioneta del agente de control de animales. A pesar de herida y ensangrentada, cuando lo vio, ella comenzó a mover la cola. David habló con el oficial y le dijo que el mismo se encargaría de Lilly llevándola al mejor veterinario que podría ayudarla. la alzó y la colocó en su coche y prácticamente voló en su automóvil a Boston para que ella fuera atendida.


En el Angell Médical Center de Boston, los médicos le dijeron que la pierna anterior derecha de Lilly había sido desguantada, esto quiere decir que la piel, el músculo y los tejidos conjuntivos habían sido arrancados. Pero había una posibilidad de que su pierna pudiera ser salvada, pero solo lo sabrían luego de una radiografía.

Mientras Lilly era llevada a cuidados intensivos, David hizo un pedido de un préstamo de 4,000 dólares, lo que sería el costo de una eventual amputación. Finalmente pudo volver a verla un rato más tarde. Ella tenía una serie de tubos y agujas en su cuerpo, lúcida a pesar de los medicamentos, pero estaba estable. "Fue terrible verla así" dice David



Ella parecía reconfortarse con la presencia de David... Cuando la ciudad amaneció al día siguiente, él tuvo que dejarla y correr para casa, solo con tiempo de tomar una ducha antes de presentarse a su turno de horas extraordinarias, que tendría que hacer para comenzar a cubrir la cuenta del préstamo que acababa de solicitar. Poco más de una hora había pasado, cuando lo llamaron del hospital. La pierna delantera de Lilly no podía ser salvada, pero mayor preocupación aún inspiraban sus cuartos traseros. Ella presentaba múltiples fracturas en su pata trasera izquierda y en la pelvis... precisaría de una cirugía para reparar esos daños...


El médico le explicó a David que Lilly primero debía soportar la cirugía de la amputación de su pata delantera, luego esperar un día o dos para operar los cuartos traseros y que una placa de acero sería injertada para ayudarla a soportar su propio peso en las caderas.

El ánimo de David cayó en lo profundo al oír las noticias... si ella vivía ¿sería capaz de caminar? fue lo que le preguntó al doctor y éste no se lo podía garantizar. Comenzó su lucha mental pensando si sería justo hacerla pasar por más sufrimiento solo para verla morir en una mesa de operación o con tres piernas de las cuales apenas una funcionaría... el escenario era dramático. El no quería que Lilly sufriera más, pero ella había aguantado hasta allí... no podía ser en vano...

La mañana siguiente, con la decisión tomada "Haría lo que fuera por que ella viviera y Dios proveerá" dijo y Lilly pasó por la cirugía que amputó su pata delantera, hombro incluido. Luego de la cirugía David la miraba a través de los barrotes del canil, como aquel primer día que la conoció, pero ésta vez veía una pequeña llena de tubos y agujas por todo el cuerpo, los puntos de sutura donde antes estaba su pata, todo su pelo rapado... tres días después, el 5 de Mayo, los cirujanos operaron sus patas traseras y pelvis, estaba tan dañada que la articulación de la pelvis, tuvo que ser retirada, pero Lilly sobrevivió.


Ahora solo quedaba la recuperación y una gran pregunta ¿podría ella volver a caminar?

Se esparció por todo el Centro Médico la noticia de la heroica perra que salvó a su dueña de morir atropellada por el tren y Rob Halpin, director de relaciones públicas de la clínica, le preguntó a David si el estaría dispuesto a compartir la historia de Lilly con los medios, de esa forma, ayudaría a contradecir el estigma injusto que los PitBull enfrentan y que muchas veces los impide de ser adoptados. David estuvo de acuerdo plenamente.

Al principio la noticia fue divulgada por periodistas locales, pero apenas cayó en éstos medios, el heroísmo de Lilly se esparció por todo el mundo. Rob Halpin creó un fondo para cuidar de Lilly donde las personas que lo deseara podrían ayudar en su tratamiento. En el plazo de cuatro días, habían sido donados alrededor de 76 mil dólares, más que suficiente para cubrir los gastos hospitalarios de Lilly, así como la intensa fisioterapia que necesitaría para volver a caminar. El Centro guardó el excedente de los donativos para ayudar a otros animales cuyos cuidados los dueños no pueden costear.


Finalmente, poco más de una semana luego del accidente, los médicos decidieron que ella podría tener el alta médica. Aún no podía ponerse de pie, pero ya había comentado a mover sus patas traseras. Parecía una buena señal. Ya en casa, completamente dependiente, Lilly precisaba de cuidados constantes.

Christine se mudó para el departamento de su hijo y se dedicó a la recuperación de Lilly. Cocinaba comidas especiales para ella. Lilly precisaba de una inmensidad de pastillas, antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, que Christine le daba constantemente.


Ella no podía moverse sin ayuda y Christine no quería que ella durmiera sola, por lo cual, se acurrucaba con Lilly sobre su colchón en el suelo y allí dormían juntas. A pesar de nunca haber hablado sobre lo que sucedió aquella noche en las vías del tren, David oyó a su madre diciéndole a Lilly "mi pequeña salvadora" y su dedicación a la recuperación de Lilly decía más que cualquier palabra para él.

Sin embargo, toda ésta dedicación de nada serviría si la fisioterapia no lograse que Lilly se pusiese de nuevo sobre sus patas... Algunos días luego de su alta, David llevó a Lilly al centro de rehabilitación Paws in Motion (patas en movimiento) y la colocó con cuidado sobre las colchonetas para comenzar la ardua rehabilitación. En la siguiente sesión, la Dra. Starr puso a Lilly en la caminadora subacuática y por unos breves momentos, la sustentación del agua permitió que la Pitbull se mantuviera de pie y anduviera sola sin caer.


Christine ayudó diligentemente a Lilly a hacer sus ejercicios de estiramiento que la Dra. Starr prescribió. Juntos, madre e hijo aprendieron a pasearla, uno delante y otro detrás, la llevaban en un arnés doble especialmente diseñado a los efectos de que ella pudiera caminar.

En una soleada tarde de Junio, David llevó a Penny y Lilly a un parque en la parte baja de Boston. Lilly estaba recostada en la hierba con su arnés puesto y Penny deambulaba cercana a ella, cuando una mujer paró cercana y comenzó a observarla, reconociéndola claramente como "la perra que salvó a su dueña de las vías del tren"


La mujer comenzó a caminar hacia donde estaban, exhibiendo una calurosa sonrisa y luego abrió sus brazos y la llamó en voz alta "Lilly!!" La expresión de la pequeña se iluminó como siempre que alguien le manifestó cariño, solo que esta vez, delante de la mirada incrédula de David, Lilly se levantó del suelo y aún tambaleante, dio una docena de pasos con las tres patas que le restaban caminando al encuentro de la mujer que la había llamado!! David corrió hacia Lilly con miedo de que ella se cayera para apoyarla en su caminar.


Pero velozmente la alegría alejó el miedo de lo malo, todo saldría bien, Lilly lo logró!! Ella caminaría de nuevo!!

Lilly aún divide su tiempo entre ambas casas, una en Shirley (donde vive con la madre de David) y la casa de David en Boston, andando alegremente sobre sus tres patas y con una tremenda historia para contar!!

Mira aquí su conmovedora historia en vídeo



Su historia la transformó en toda una celebridad y hoy hace apariciones públicas para una organización llamada "Lilly the Hero PitBull" que defiende la causa de los Pitbull y recauda dinero para los gastos médicos de los animales en necesidad y los ayuda a encontrar nuevos hogares.

Christine, que aquella noche tuvo una recaída y se sintió tan mal por haberla tenido y tan culpable que no midió consecuencias y se fue a las vías para acabar con su vida, nunca jamás volvió a beber y se mantiene sobria desde entonces, superando también sus propias limitaciones, tal cual Lilly.

Si deseas donar a la Fundación de Lilli para ayudar a más como ella a poder tener sus tratamientos médicos de alta complejidad, no dejes de hacer tu donación AQUI

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