Japón usando como excusa la "investigación" una vez más, reanudará la caza de ballenas después de dos años luego que fuera prohibido de hacerlo tras un dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Aunque esta vez ha dicho que recortará su captura anual en dos tercios. Utilizando la mentira ya que no es ningún secreto el hecho de que la carne de los mamíferos asesinados - según ellos por la ciencia - se transforman en alimentos, alegando que la población de ballenas es lo suficientemente grande para permitir la caza de manera sostenible.

A principios de este año, Japón dijo a la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que es responsable de establecer los límites de captura para la caza comercial de ballenas, que se reanudará a finales de marzo del próximo año.

Dijo que recortará sus capturas anuales de ballenas minke en dos tercios a 333 ejemplares.

La CBI rechazó la propuesta, diciendo que Japón no había explicado con suficiente detalle por qué todavía necesita asesinar a casi 4.000 ballenas durante los próximos 12 años.

Pero en la agencia de la pesca de Japón dijo el viernes que decidió seguir adelante con el reinicio planeado en su expedición, alegando que era científicamente adecuada, de acuerdo con informes de los medios locales.

El Yomiuri Shimbun y otros medios de comunicación dijeron que se esperaba que los barcos balleneros japoneses reanuden sus funciones de caza, posiblemente a finales de diciembre.

Ecologistas australianos criticaron el anuncio, instando al primer ministro Malcolm Turnbull para hacer frente a Japón.

"El gobierno australiano debe intensificar y desafiar la caza ilegal del gobierno japonés", dijo Darren Kindleysides de la Sociedad Australiana de Conservación Marina.

La caza de ballenas de Japón en la Antártida no ha pasado la prueba del derecho internacional, y la prueba de la ciencia, sin embargo, la cacería podría reanudarse dentro unas semanas. Japón ha cazado ballenas en el Océano Antártico en virtud de una exención de la moratoria ballenera global que permite la investigación letal.

Una vergüenza y repudio más para el gobierno japonés que utiliza excusas para sustentar sus asesinatos de animales marinos igual que con los delfines en Taiji.